Cover Image for Nueva definición de código abierto podría generar problemas para las grandes empresas de IA.

Nueva definición de código abierto podría generar problemas para las grandes empresas de IA.

La Iniciativa de Código Abierto dio a conocer una actualización sobre lo que define una inteligencia artificial de código abierto.

La Open Source Initiative (OSI), que se considera la responsable de la definición del código abierto, ha presentado una nueva actualización sobre lo que define a una "IA de código abierto". Este cambio en la redacción podría excluir a modelos de gigantes de la industria como Meta y Google. Según el OSI, la esencia del código abierto ha mostrado que al eliminar las barreras para aprender, usar, compartir y mejorar los sistemas de software, se generan grandes beneficios para todos.

En su reciente publicación, el OSI destaca que para que una IA sea considerada de código abierto, debe estar disponible bajo ciertos términos que otorguen varias libertades:

  • Utilizar el sistema para cualquier propósito sin necesidad de solicitar permiso.
  • Estudiar su funcionamiento y examinar sus componentes.
  • Modificar el sistema para diversas finalidades, incluida la alteración de su resultado.
  • Compartir el sistema para que otros lo usen, con o sin modificaciones.

Estas libertades se aplican tanto a sistemas completamente funcionales como a componentes individuales de uno. Un requisito fundamental para ejercer estas libertades es tener acceso a la forma preferida para realizar modificaciones en el sistema. Según esta definición, ni Llama 3.1 de Meta ni el modelo Gemma de Google calificarían como IA de código abierto, según lo declarado por Nik Marda, líder técnico en gobernanza de IA de Mozilla. Marda argumentó que la falta de una definición precisa en el pasado permitió a algunas empresas hacer parecer que su IA era de código abierto cuando no lo era. Muchos de los modelos de actores comerciales importantes probablemente no cumplirán con esta nueva definición.

La definición anterior, más vaga, brindaba a las empresas la oportunidad de comprometer sus productos de IA al cambiar la funcionalidad de los modelos y restringir el acceso a sus anchas, lo que podría dar lugar a interrupciones en los servicios, un rendimiento deficiente y características más costosas en las aplicaciones y herramientas que utilizan los consumidores.

Hasta el momento, ni Meta ni Google han reconocido esta nueva definición como un estándar en la industria.