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El piloto de drones que derribó un avión de los bomberos de Los Ángeles se declara culpable para evitar prisión.

Se alcanzó un acuerdo que incluye el pago de $65,000 y la realización de servicio comunitario.

El 9 de enero, Peter Akemann, de 56 años, operó su dron DJI Mini 3 Pro a una distancia considerablemente mayor de lo permitido, colisionando con un avión de combate contra incendios que estaba extinguiendo las llamas en Los Ángeles, lo cual resultó en un daño considerable: un agujero en el ala izquierda del avión. Este incidente obligó a la aeronave a aterrizar para realizar reparaciones, cuyo costo total asciende a aproximadamente 65,000 dólares.

Tras una investigación, las autoridades lograron identificar a Akemann como el responsable del dron, y él aceptó el viernes declararse culpable. A cambio de su declaración, podría eludir una sentencia de un año de prisión al comprometerse a realizar 150 horas de servicio comunitario en apoyo a la recuperación de incendios forestales, así como cubrir los costos de reparación del avión. De acuerdo con el acuerdo de culpabilidad, Akemann lanzó su dron desde un aparcamiento en Santa Mónica y voló hacia el área de Pacific Palisades, sin respetar las restricciones de vuelo temporal impuestas por la Administración Federal de Aviación debido a los incendios en el sur de California.

El relato detalla que el dron fue operado a 2,500 metros de su punto de lanzamiento y se perdió de vista antes de impactar el avión. El daño causado fue significativo, con un agujero de aproximadamente 15 centímetros por 7.5 centímetros en el ala izquierda. Akemann no es un operador de dron cualquiera; es el ex presidente y jefe de tecnología de Skydance Interactive, un desarrollador de videojuegos, y cofundador de Treyarch, conocido por sus juegos de Call of Duty y Spider-Man. Recientemente había dejado su puesto en Skydance, un hecho que ha captado la atención en el ámbito de la industria del videojuego.

Es posible que el tribunal del distrito de EE. UU. no acepte el acuerdo de culpabilidad, lo que podría llevar a Akemann a enfrentar una condena de un año, un año de liberación supervisada, y una multa de hasta 100,000 dólares o el doble de la pérdida económica provocada por el delito, lo que sea mayor.

Los abogados de Akemann han informado que está "profundamente apenado por el error cometido al volar un dron cerca de la zona de incendio de Palisades el 9 de enero de 2025, así como por el accidente resultante", y que "aceptan la responsabilidad de su grave error de juicio". También mencionaron que existen "factores atenuantes" que se presentarán durante las diligencias judiciales, incluyendo su dependencia de la función de geovallado del dron DJI y el mal funcionamiento de dicha característica. Recientemente, DJI eliminó algunas de sus restricciones más severas de geovallado, lo que podría haber permitido a los pilotos volar sobre incendios activos y edificios gubernamentales, como la Casa Blanca, aunque aún existían limitaciones en vuelos sobre zonas de no vuelo temporales a menos que los pilotos actualizasen sus listas de restricciones de vuelo.