Si me dejas acercarme a tu televisor, ajustaré al instante estos 5 parámetros.
Si logro hacerme con tu control remoto, habrá cambios importantes en camino.
Mientras escribo esto, me encuentro lejos de mi apreciado televisor LG G3 OLED, ya que estoy alojado en la casa de mi primo mientras hacen trabajos en mi apartamento. La primera cosa que hice al quedarme a solas con su Sony Bravia KD-65XH505 fue manipular intensamente la configuración de la imagen. Puede parecer un poco vergonzoso, pero parece obvio que nunca había ajustado ningún control desde que lo sacó de la caja en 2020.
Supongo que muchas personas actúan como mi primo al adquirir un nuevo televisor. Simplemente lo conectan, inician sesión en algunos de los mejores servicios de streaming y lo dejan tal como está. Es cierto que pueden ajustar el volumen y presionar el botón de encendido varias veces al día, pero eso es lo máximo que hacen en cuanto a modificaciones.
En mi caso, como entusiasta del audio y video, siempre ajusto meticulosamente diversas configuraciones de imagen después de adquirir uno de los mejores televisores. A continuación, te presento cinco configuraciones que inmediatamente modificaría o desactivaría al tener en mis manos el control remoto de tu televisor.
Primero, desactivar la suavización de movimiento. Este es un modo que termina arruinando la experiencia visual. A pesar de que la suavización de movimiento puede hacer que ciertas escenas rápidas en películas de Netflix se vean más fluidas, la compensación simplemente no vale la pena. La activación de esta opción puede resultar en un efecto visual que asemeja un culebrón, una experiencia que degrada incluso las mejores obras maestras del cine.
En segundo lugar, eliminar la reducción de ruido. Esta opción, configurada por defecto en automático, a menudo puede eliminar detalles importantes de la imagen. Aunque puede ayudar a reducir el ruido en películas antiguas, las producciones modernas suelen lucir bastante limpias. Dejar activada esta función puede hacer que se pierda información clave en tus películas favoritas y, además, puede provocar que el movimiento en pantalla se vea más borroso.
Adicionalmente, evito ajustar la nitidez de la imagen. Aunque en ocasiones podría considerar aumentar la nitidez al jugar en mi Nintendo Switch, creo que es un error intensificar la nitidez de una imagen ya clara en un televisor 4K, ya que solo añadiría información visual innecesaria.
Por otro lado, tampoco puedo evitar disfrutar del modo Vivid. A pesar de que el Modo Filmmaker suele ser la opción más precisa para la imagen, me siento atraído por la saturación de colores y el alto contraste que ofrece el modo Vivid. Aunque es recomendable optar por el Modo Filmmaker para preservar la visión del director, mi inclinación hacia un colorido exagerado es más fuerte.
Finalmente, desactivaría la configuración de ahorro de energía. Aunque estas opciones están diseñadas para reducir el consumo eléctrico, suelen oscurecer la imagen, lo cual es contraproducente en un televisor OLED de alta calidad. Prefiero disfrutar de la máxima luminosidad y claridad de la pantalla, incluso si eso significa un ligero aumento en la factura de electricidad.