¿Te has preguntado cómo son las pantallas en las que se masterizan las películas? Son mucho más gruesas que los televisores, utilizan tecnología LCD especial y tienen un costo significativamente mayor.
Así se imagina la tecnología televisiva perfecta cuando no existen limitaciones financieras ni preocupaciones por el consumo energético.
Los entusiastas del cine a menudo se refieren al proceso de 'mastering', que es el término técnico para describir cómo se establece la apariencia final de películas y programas de televisión. Este proceso se realiza utilizando monitores de 'mastering', que son pantallas especializadas diseñadas para ofrecer una precisión excepcional en la señal de imagen. Esto permite a los coloristas ajustar con confianza la estética visual de la producción. Aunque estos monitores emplean una tecnología de pantalla distinta a la de los mejor valorados televisores del mercado, su diseño robusto y peculiar atrae la atención, aunque su acceso para verlos es limitado. Recientemente, tuve la oportunidad de fotografiar uno de estos monitores en el laboratorio de investigación y desarrollo de Hisense.
Varias compañías fabrican monitores de 'mastering', siendo Sony la más reconocida en su uso dentro de la industria de Hollywood. El monitor de Hisense se utiliza principalmente en la producción de películas y televisión en China y comparte similitudes tecnológicas y de diseño con los de Sony. Su estructura es notablemente volumétrica, con controles y botones de estilo retro en la parte frontal, incluyendo perillas que son un deleite ver en la tecnología actual. Aunque no se ajustan en uso habitual, permiten configurar la reproducción visual para luego experimentar con las técnicas de masterización digitales dentro de un ambiente de producción o edición.
Con una pantalla de aproximadamente 32 pulgadas, el monitor es bastante profundo, alcanzando unas seis pulgadas, y cuenta con dos asas para facilitar su transporte. Este grosor se debe a la necesidad de disipar el calor, con agujeros en el cuerpo que ayudan a este proceso. La temperatura elevada se debe a la avanzada tecnología de pantalla; se trata de un panel dual-LCD con resolución 4K, capaz de generar colores muy matizados y un contraste similar al de los OLED.
El funcionamiento de esta tecnología implica la superposición de dos capas de paneles LCD frente a una retroiluminación potente y homogénea. Esta combinación resuelve las limitaciones de los tonos oscuros en los LCD convencionales, ya que los cristales líquidos no logran bloquear completamente la luz de fondo. Las televisores mini-LED, por otro lado, utilizan atenuación local y los OLED generan su propia luz, lo que permite un negro puro. La implementación de pantallas dual-LCD, aunque permite crear imágenes más brillantes, es ineficiente porque cada capa absorbe luz, requiriendo así una gran cantidad de energía y generando mucho calor.
Los monitores de este tipo, donde el costo no es un factor limitante, presentan un precio elevado debido a su capacidad técnica. El monitor de referencia de Hisense tiene un costo de aproximadamente CN¥250,000 (alrededor de $35,000), similar al de los monitores de referencia de Sony. Además, ofrecen características profesionales especializadas, como una amplia gama de entradas y la capacidad de mostrar múltiples imágenes simultáneamente para elegir opciones de grada de color y contraste o ajustar los tiempos de respuesta de los píxeles.
Admiro siempre ver cómo estos monitores funcionan y cómo, a pesar de su similitud con los televisores estándar, el diseño debe ser diferente para alcanzar el nivel de calidad de imagen que los hace dignos de referencia.