Cover Image for AWS, Google Cloud, Microsoft y otros grandes proveedores impulsan el crecimiento de Arm, que alcanza casi el 50% de los envíos totales de computación.

AWS, Google Cloud, Microsoft y otros grandes proveedores impulsan el crecimiento de Arm, que alcanza casi el 50% de los envíos totales de computación.

La creciente demanda de inteligencia artificial está impulsando el rápido ascenso de la arquitectura Neoverse.

Arm ha anunciado que su plataforma Neoverse está emergiendo como la arquitectura preferida para el cloud computing, ya que empresas como AWS, Google Cloud y Microsoft Azure están impulsando un cambio significativo desde la arquitectura x86 hacia soluciones basadas en Arm en el centro de datos. Según Mohamed Awad, vicepresidente senior y gerente general del negocio de infraestructura de Arm, la eficiencia energética y la escalabilidad están redefiniendo la infraestructura en entornos de hiperescalado.

Awad destaca que desde el lanzamiento de Arm Neoverse hace poco más de seis años, se ha reconocido la necesidad de ofrecer un rendimiento escalable mediante una plataforma de computación flexible y eficiente en energía. A medida que se acerca el año 2025, se espera que alrededor del 50% de los envíos de computación hacia los mayores hiperescaladores sean basados en Arm.

Este crecimiento se atribuye en gran medida al auge de la inteligencia artificial (IA), que está transformando la infraestructura en la nube y aumentando de manera explosiva la demanda de capacidad computacional. Esto ha llevado a los hiperescaladores a priorizar la eficiencia energética a gran escala, diseñando centros de datos en gigavatios en lugar de megavatios, convirtiendo la eficiencia en un requisito fundamental, no solo en un distintivo.

Además, la plataforma de computación de Arm proporciona a sus socios la flexibilidad para desarrollar una nueva generación de soluciones de silicio personalizadas, especialmente para aplicaciones de IA. Un ejemplo es el superchip Grace Blackwell de Nvidia, que combina la arquitectura de computación acelerada con GPU Blackwell y el CPU Grace basado en Neoverse, todo ello interconectado mediante una red de alto ancho de banda y coherente, diseñado para alcanzar un rendimiento excepcional en cargas de trabajo de IA.

Con diez de los mayores hiperescaladores del mundo diseñando y utilizando chips basados en Arm, el futuro parece prometedor para la compañía. Sin embargo, existen inquietudes sobre la posibilidad de que Arm decida fabricar su propio silicio, lo que podría alterar su relación con los socios. Esto ha cobrado impulso tras la adquisición de Ampere, un fabricante de chips basado en Arm, por parte de SoftBank, lo que ha suscitado preocupaciones sobre una posible competencia directa de Arm en el creciente mercado de centros de datos.