SpaceX critica los retrasos regulatorios 'innecesarios' que impiden los vuelos de Starship.

SpaceX ha intensificado su presión sobre los reguladores con una publicación en su blog que solicita una aceleración en la obtención de licencias de lanzamiento, advirtiendo que el país corre el riesgo de perder su liderazgo en la carrera espacial global. La industria del lanzamiento orbital está sujeta a estrictas regulaciones, principalmente por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA), que exige a las empresas demostrar el cumplimiento de las normativas locales y medioambientales para obtener una licencia de lanzamiento. Los cohetes que prestan servicios comerciales, como el Falcon 9 de SpaceX, operan bajo una licencia general de operador de vehículos.

El programa de pruebas del Starship, el vehículo de carga pesada de SpaceX, ha llevado a la empresa a solicitar modificaciones a esta licencia antes de cada lanzamiento, lo que ha provocado retrasos significativos, ya que estas modificaciones pueden tardar meses en ser aprobadas. SpaceX ha tenido el hardware listo para sus pruebas mucho antes, y a menudo ha podido realizar vuelos pocos días después de recibir la modificación de la licencia. Actualmente, están esperando la aprobación para su quinto vuelo de prueba, aunque el hardware está listo desde la primera semana de agosto. Sin embargo, la FAA ha estimado que la fecha de la licencia de lanzamiento se producirá a finales de noviembre.

Para la próxima prueba, SpaceX planea llevar a cabo una de sus metas más ambiciosas: recuperar el cohete Super Heavy en el sitio de lanzamiento, usando brazos mecánicos conocidos como "chopsticks" que están acoplados a la enorme torre de lanzamiento del Starship. La empresa reconoce que capturar un refuerzo de esta manera sería un hito único en la historia de la cohetería, en comparación con los aterrizajes de los refuerzos del Falcon 9, que son mucho más pequeños y no requieren más infraestructura que una zona de aterrizaje segura.

En la publicación del blog, SpaceX menciona que es comprensible que este tipo de operación requiera un análisis adicional desde el punto de vista de la obtención de licencias. Sin embargo, critican que el proceso ha sido obstaculizado por problemas que consideran irrelevantes. A pesar de haber presentado sus argumentos formalmente ante los reguladores, la dirección de la compañía siente que es necesario hacerlos públicos. SpaceX alega que este último retraso no se debe a nuevos problemas de seguridad, sino a un "análisis medioambiental superfluo" relacionado con aspectos de los lanzamientos, incluyendo los ruidos de los estallidos sónicos.

Además, la FAA ha aprobado recientemente análisis adicionales de 60 días para evaluar el impacto de los estallidos sónicos y el desecho de un componente durante el vuelo, temas que SpaceX sostiene han sido analizados en profundidad. La empresa también se mostró disconforme con un informe reciente que afirmaba que habían recibido notificaciones de violación de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas por descargar aguas residuales industriales sin un permiso. SpaceX respondió que el sistema de diluvio de agua solo utiliza agua potable y que su operación fue permitida mientras se procesaba el permiso correspondiente.

A pesar de estas dificultades y de las demoras relacionadas con un proceso de revisión medioambiental, SpaceX sigue comprometida con el desarrollo del Starship, desafiando a lo que describen como una "minoría pequeña pero vocal de detractores" que buscan obstaculizar sus esfuerzos.

• SpaceX
• Regulación Espacial
• Starship