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Los intentos de empleados de Google por ocultar mensajes a los investigadores podrían salirles mal.

Muchos correos electrónicos de Google están marcados como "privilegiados y confidenciales".

Durante las últimas semanas, en un tribunal de Virginia, los abogados del Departamento de Justicia han señalado que empleados de Google etiquetaron sus correos electrónicos como "privilegiados y confidenciales" y optaron por hablar "off the record" en sus mensajes de chat, a pesar de las instrucciones de conservar sus comunicaciones para los investigadores. Este enfoque podría resultar contraproducente si el juez del segundo juicio antimonopolio de Google concluye que la empresa destruyó intencionadamente evidencia que podría haber perjudicado su defensa. En tal caso, el juez podría suponer que los documentos faltantes eran desfavorables para Google.

Se han presentado documentos en el tribunal donde frecuentemente aparece la frase "privilegiado y confidencial", en los que ejecutivos de la empresa discuten temas laborales, a veces involucran a miembros del equipo legal de Google. Chris LaSala, un exejecutivo de publicidad en Google, testificó que, tras ser puesto bajo un "litigation hold" relacionado con una investigación, las configuraciones de los mensajes de chat estaban predeterminadas para no guardar el historial, lo que significaba que cada conversación significativa requería un ajuste manual.

Varios exempleados confirmaron que no cambiaron esta configuración predeterminada y que mantuvieron discusiones de negocio en chats que principalmente se utilizaban para charlas informales. LaSala aprovechó esta situación en varias ocasiones, como en un chat del 2020, donde le sugirieron si debían enviar un correo a otros empleados sobre un tema, y él recomendó "iniciar una conversación con el historial apagado". En otra conversación, aconsejó a un colega sobre la creación de un hilo de chat "off the record".

LaSala comentó que este era el lenguaje común entre ellos y que su enfoque era principalmente no documentar. A pesar de reconocer que intentó cumplir con las directrices del "litigation hold", admitió haber cometido errores involuntarios.

Por otro lado, Brad Bender, otro alto ejecutivo de Google, describió las charlas en los chats como interacciones informales, como si se cruzaran en un pasillo. El Departamento de Justicia también interrogó a Rahul Srinivasan, exejecutivo de Google, sobre correos que etiquetó como privilegiosos, aunque este no podía recordar la razón de ello.

Los empleados de Google eran conscientes del uso potencial de sus escritos en contra de la empresa, según argumentó el Departamento de Justicia, haciendo referencia al entrenamiento legal "Communicate with Care". En un correo de 2019, Srinivasan incluyó a un abogado y aconsejó a sus colegas ser cautelosos con su lenguaje, subrayando la importancia de cuidar las redacciones ya que "cualquier documento probablemente será visto por reguladores".

Aunque evidencia presentada por el Departamento de Justicia muestra que Google documentaba frecuentemente decisiones comerciales, en ocasiones parecía preferir escatimar en la documentación, como se evidenció en un documento de 2021 que indicaba "mantener notas limitadas debido a la sensibilidad del asunto".

Un portavoz de Google declaró que la empresa toma seriamente sus obligaciones legales de preservar y producir documentos relevantes, y que han trabajado durante años para responder a incidencias legales y educar a sus empleados sobre el privilegio legal.

En un precedente similar, el juez del primer juicio antimonopolio de Google se abstuvo de imponer una inferencia adversa, aunque dejó claro que no podía condonar la falta de preservación de evidencia por parte de la empresa, advirtiendo que poner la carga sobre los empleados para identificar y mantener evidencia relevante podría traer consecuencias.

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