Destiny 2 cambiará a dos expansiones más pequeñas por año.

Bungie ha anunciado importantes cambios para Destiny 2 con el fin de atraer a nuevos jugadores y reestructurar el trabajo del equipo de desarrollo tras las recientes reducciones de personal en julio. En una publicación, el equipo de desarrollo presentó el plan denominado Codename: Frontiers, que tiene como objetivo llevar el shooter como servicio hasta finales de 2025.

A partir de ahora, la estructura del juego cambiará; en lugar de una expansión mayor al año más tres episodios, se implementarán dos expansiones de tamaño mediano y cuatro "actualizaciones importantes". El director del juego, Tyson Green, ha señalado que la creación de grandes expansiones consume casi todos sus recursos de desarrollo, lo que impide la exploración y la innovación en la entrega de contenido.

Estas nuevas expansiones se lanzarán cada seis meses, junto con una actualización importante que se publicará al mismo tiempo que cada expansión y otra tres meses después. La segunda expansión añadirá contenido gratuito al juego. Las primeras expansiones se llamarán Codename: Apollo y Codename: Behemoth, dando inicio a la saga posterior a Luz y Oscuridad, que concluyó con The Final Shape en junio. Además, estas expansiones seguirán un formato no lineal que permitirá a los jugadores explorar la historia en el orden que elijan, aunque el desarrollo narrativo garantizará que la trama tenga sentido y fluya correctamente.

Además de estos cambios estructurales, Bungie está trabajando para hacer que la interfaz de usuario del Director sea más accesible para los nuevos jugadores y para implementar un sistema de desafíos más variado, de modo que jugadores de diferentes niveles de habilidad puedan participar. También se están reestructurando las recompensas, ofreciendo más formas de obtener nuevos ítems y más niveles para armas y equipo legendarios.

Estos anuncios surgen en un contexto complicado para el estudio, que se enfrentó a despidos que afectaron a cientos de trabajadores y la formación de un nuevo estudio bajo la compañía matriz PlayStation para desarrollar un juego no anunciado. Tras un periodo de expansión rápida acompañado de un enfriamiento económico, el CEO Pete Parsons responsabilizó a estos factores de los recortes recientes, así como de proyectos retrasados.

El nuevo enfoque en expansiones más pequeñas y actualizaciones gratuitas se alinea con las expectativas de cambios significativos en la gestión de Destiny 2, aunque el costo de las expansiones todavía no ha sido revelado.

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