¿Qué es el acoso por mensajes de texto? Un tercio de las jóvenes lo sufre.
En un mundo donde los datos personales se comparten con solo presionar un botón, el text pesting se está convirtiendo en una tendencia preocupante.
Millie, una publicista de 28 años, regresó a casa con la intención de relajarse después de un largo día, pero su noche se tornó aterradora tras recibir un mensaje inquietante de un número desconocido que decía "Hola, hermosa". Al indagar sobre la identidad del remitente, Millie descubrió que era su conductor de taxi, quien rápidamente envió otro mensaje aún más perturbador: "No puedo esperar para recogerte y ver tu hermoso rostro de nuevo, te anhelo".
La situación generó en Millie una mezcla de confusión y miedo. Se preguntaba si estaba exagerando al sentirse incómoda, ya que nunca había dado señales de interés. Este tipo de acoso ha sido catalogado como "text pesting", que se refiere al uso inapropiado de información personal, como números de teléfono, por individuos que intentan iniciar avances románticos o sexuales no deseados bajo el disfraz de una relación profesional.
Estudios recientes indican que alrededor de un tercio de los jóvenes de entre 18 y 34 años en el Reino Unido han enfrentado situaciones similares. El ICO, responsable de la protección de datos en el país, busca crear más conciencia sobre este fenómeno y las maneras de abordarlo.
Respecto a la legalidad del "text pesting", aunque la situación de Millie fue angustiante, se preguntó si realmente era un delito reportable. Según expertos, sí existe una base legal, ya que el comportamiento puede estar cubierto por la Ley de Protección de Datos de 2018. Este marco legal prohíbe el uso no autorizado de datos personales, lo que incluye el envío de mensajes molestos.
El caso de Millie no fue aislado. Nicole, de 31 años, también vivió una experiencia angustiante con un conductor de entrega, quien la contactó después de un servicio. Aunque ella le aclaró que estaba en una relación, el hombre continuó comunicándose de manera insistente, incluso en momentos inadecuados, lo que la llevó a sentirse insegura en su propio hogar.
Las implicaciones legales no se limitan al uso indebido de datos. Si un mensaje contiene contenido sexualmente explícito, puede incurrir en violaciones de la Ley de Comunicaciones. Además, el acoso recurrente podría incurrir en la Ley de Protección contra el Acoso.
En Estados Unidos, el tratamiento legal del "text pesting" puede ser más complicado debido a las variaciones entre estados. Sin embargo, existen leyes federales contra el acoso, y cada estado posee sus propias regulaciones.
Las víctimas que enfrentan estas situaciones pueden adoptar diferentes medidas, como informar a las autoridades locales y conservar las pruebas en forma de capturas de pantalla. Asimismo, es recomendable reportar el incidente a la empresa involucrada, ya que podría haber responsabilidades bajo la legislación de protección de datos.
La amenaza del "text pesting" no es solo una violación de la privacidad, sino que también presenta un desafío cultural. Muchas personas aún justifican el uso de datos personales para fines no consentidos, lo que indica una necesidad de cambiar actitudes hacia el consentimiento y el respeto a la privacidad.
El ICO reconoce que hay una falta de conciencia sobre estas violaciones y está trabajando para educar al público sobre sus derechos y las formas adecuadas de actuar. Necesitamos construir una cultura en la que este tipo de acoso sea ampliamente reconocido como inaceptable, promoviendo un entorno digital más seguro.