Trump critica los programas de financiamiento para estaciones de carga de vehículos eléctricos de los que se beneficia Tesla.
El presidente Donald Trump busca detener el financiamiento destinado a la infraestructura de carga para vehículos eléctricos proveniente de dos programas que han beneficiado a Tesla.
El presidente Donald Trump está intentando frenar la financiación destinada a la infraestructura de carga para vehículos eléctricos (EV) a través de dos programas que han beneficiado a Tesla. Este movimiento pone de manifiesto un conflicto entre los intereses políticos de Elon Musk y el objetivo de su empresa de promover la energía sostenible. Aunque no es seguro que esta estrategia tenga éxito, de concretarse, Tesla podría perder acceso a dos fuentes de financiación que ha utilizado en los últimos dos años para expandir su red de carga para EV.
En su primer día de segundo mandato, Trump firmó una serie de órdenes ejecutivas, entre ellas una que instruye a todas las agencias a suspender inmediatamente la distribución de fondos provenientes de programas establecidos por la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Infraestructura Bipartidista. En su declaración, menciona específicamente la suspensión de fondos para estaciones de carga de vehículos eléctricos, como los disponibles a través del Programa de Fórmula de Infraestructura Nacional de Vehículos Eléctricos (NEVI) y el programa de subvenciones de Carga y Combustible (CFI).
Las agencias deberán presentar una revisión de sus "procesos, políticas y programas" para la emisión de subvenciones y otros desembolsos dentro de un plazo de 90 días. Además, podrán distribuir más fondos solamente si el Director de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) y el Asistente del Presidente para Políticas Económicas determinan que dichas distribuciones son coherentes con las recomendaciones de revisión que hayan adoptado.
Musk ha afirmado en repetidas ocasiones que la misión de Tesla es "acelerar la transición hacia la energía sostenible". Sin embargo, su colaboración con la segunda administración de Trump podría complicar ese objetivo, ya que en su primer día de gestión se implementaron importantes recortes en políticas relacionadas con la energía sostenible. Trump ya ha firmado órdenes para detener los arrendamientos federales de desarrollo eólico marino, retiró a Estados Unidos del acuerdo climático de París y busca revertir diversas políticas de vehículos eléctricos de la administración Biden.
Recientemente, Tesla formó parte de un grupo que recibió una subvención de 100 millones de dólares del programa CFI para desarrollar infraestructura de carga para camiones eléctricos en Illinois. La empresa esperaba obtener aproximadamente 40 millones de dólares de una solicitud de financiación original de 126 millones. También ha buscado financiación adicional del mismo programa para desarrollar un corredor de carga para camiones entre el norte de California y el sur de Texas, pero esta solicitud ha sido rechazada en varias ocasiones.
Aunque el premio CFI en Illinois representa una pequeña parte de los casi 2 mil millones de dólares que el Departamento de Transporte ha asignado en los últimos dos años, Tesla ha recibido una mayor porción de subvenciones del programa NEVI, que distribuye cantidades menores a los estados para que estos ofrezcan sus propias subvenciones. Para mediados de 2024, Tesla había recibido cerca del 13% de todos los premios NEVI.
Martin Lockman, un investigador del Centro Sabin para el Derecho del Cambio Climático en la Universidad de Columbia, advierte que Trump podría ralentizar o detener futuros desembolsos de estos programas, especialmente si su administración tiene éxito en un litigio sobre la Ley de Control de Impoundment, que limita la capacidad del presidente para detener el gasto que ha sido aprobado por el Congreso. No está claro si Trump podría legalmente impedir la financiación de concesiones ya bajo contrato, ya que los beneficiarios tienen derechos que no pueden ser anulados. Sin embargo, si las agencias se sienten presionadas por Trump, podrían incumplir los términos de esos contratos y negarse a liberar los fondos.
En caso de que esto ocurra, las empresas u organismos estatales y locales que recibieron premios de NEVI o CFI tendrían que luchar para hacer cumplir esos contratos, lo que representaría un gran obstáculo para la construcción de infraestructura de carga para vehículos eléctricos.