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Los peligros de la dark web no son tan ocultos como imaginas.

Protege tu empresa de los riesgos del darknet mediante estrategias de seguridad proactivas.

El dark web se presenta como un mercado oculto donde se comercian información sensible, datos privados y vulnerabilidades corporativas de manera anónima. Este ámbito de la internet ha emergido como un punto crítico por las actividades ilícitas que ocurren en él, muchas de las cuales pasan desapercibidas para la mayoría de los usuarios. Recientes incidentes de filtración de datos de alta relevancia subrayan la urgencia del problema. En mayo de 2024, se filtraron los datos de más de 500 millones de clientes de Ticketmaster en un foro del dark web. Previamente, en abril, AT&T sufrió un revés similar con la exposición de datos de 73 millones de usuarios, incluyendo números de seguridad social y códigos de acceso. Incluso LinkedIn se vio afectado en 2021, cuando se pusieron en venta datos de 700 millones de usuarios, lo cual representa más del 90% de su base de usuarios.

A pesar de que esta parte de la internet representa solo una pequeña fracción, el dark web sigue creciendo como una amenaza para las empresas a nivel global. En estos espacios cifrados circulan datos corporativos, desde credenciales robadas hasta secretos comerciales, lo que puede generar crisis potenciales para cualquier entidad que maneje información valiosa. Es fundamental para las organizaciones mantenerse informadas y preparadas frente a estas amenazas.

El dark web es un sector oculto de la internet al que la mayoría de las personas no accede. A diferencia de los sitios web habituales, el acceso a este formato requiere herramientas especializadas como el navegador Tor, y utiliza dominios .onion que no son visibles ni indexados por los motores de búsqueda. Creado originalmente por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos para asegurar comunicaciones, el dark web se ha convertido en un espacio mayormente no regulado donde reina la anonimidad.

A pesar de que el dark web solo representa menos del 0.01% de toda la web, ha adquirido una reputación notoria por actividades ilegales. Bajo su manto de cifrado, los usuarios encuentran mercados donde se intercambian drogas, datos robados, documentos falsificados e incluso armas. Aunque algunos acceden al dark web por razones legítimas, como proteger su privacidad, el riesgo es considerable dado que puede exponer a los usuarios a estafas, malware y problemas legales si ingresan a áreas prohibidas.

Las agencias gubernamentales realizan esfuerzos para monitorear el dark web y contrarrestar estas amenazas, pero sigue siendo un espacio donde el orden tiene un alcance limitado. Para la mayoría, lo más prudente es evitar este entorno, que recuerda el lado oscuro de la internet.

Para que las empresas se protejan en este entorno delicado, es esencial entender que su superficie de ataque es más amplia de lo que se pensaba antes. Se debe aceptar que ciertos datos de la organización ya pueden estar circulando en el dark web y actuar al respecto:

  1. Monitorear credenciales filtradas: Realizar seguimientos regulares de combinaciones de usuario y contraseña expuestas.
  2. Buscar cuentas y accesos en venta: Escanear mercados del dark web para identificar cuentas comprometidas vinculadas a la organización.
  3. Vigilar filtraciones basadas en IP: Buscar información relacionada con IPs de la empresa que pudieran haber sido filtradas.
  4. Identificar datos de brechas anteriores: Reconocer información sensible que haya sido expuesta como resultado de ataques previos.

Es fundamental mapear esta información dentro de la gráfica de la superficie de ataque para priorizar los esfuerzos de remediación. Tener contexto es crucial para saber no solo dónde se encuentra la información expuesta, sino también cuáles son las áreas que requieren atención inmediata. Proteger a la empresa de las amenazas del dark web requiere no solo la tecnología adecuada, sino también un enfoque proactivo que considere la vigilancia y la preparación constante.

El reconocimiento de que incluso una pequeña filtración puede tener consecuencias devastadoras es esencial para fortalecer las defensas de la organización. La capacitación de los equipos y la inclusión de esta conciencia dentro de la estrategia de seguridad garantizan que todos estén listos para responder de manera ágil y efectiva.