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Guía para protegerse de la vigilancia gubernamental

Donald Trump ha prometido deportar a millones de personas y encarcelar a sus opositores. Para implementar este plan, su administración utilizará la extensa red de vigilancia digital en Estados Unidos. A continuación, se presentan algunas estrategias que se pueden seguir para esquivar dicha vigilancia.

Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos, ha prometido deportar a millones de inmigrantes indocumentados y amenazado con encarcelar a sus opositores políticos y a periodistas. Además, bajo un gobierno controlado por los republicanos, se prevé que se restrinjan aún más los derechos relacionados con el aborto y las personas trans. Conservadores influyentes han solicitado una represión contra grupos activistas de izquierda, reavivando la actitud dura de Trump contra los manifestantes durante su primera administración.

Para llevar a cabo estas amenazas, la administración Trump y los republicanos en el Congreso podrían recurrir y posiblemente expandir el extenso sistema de vigilancia del gobierno estadounidense, estando en una posición para utilizarlo más que cualquier otra administración en la historia reciente del país. Esto sugiere que las personas en grupos vulnerables, así como quienes se relacionan con ellos o desean proteger su privacidad, deben considerar cómo mejorar su seguridad de datos y resistencia a la vigilancia antes de que comience una segunda administración Trump.

Los expertos en seguridad digital advierten que grupos como inmigrantes indocumentados, musulmanes, periodistas y cualquier persona que no apoye a Trump deben reconsiderar sus medidas de privacidad. Runa Sandvik, ex colaboradora de seguridad digital en un importante periódico y fundadora de una firma de seguridad enfocada en la protección de miembros de la sociedad civil, aconseja el uso de plataformas que protejan la privacidad de las comunicaciones.

La clave para asegurar la privacidad digital comienza con la utilización de comunicaciones encriptadas. Aplicaciones como Signal, WhatsApp y iMessage están diseñadas para cifrar mensajes y llamadas de tal manera que solo el destinatario pueda acceder a ellos. Esta protección contrasta con servicios que ofrecen "encriptación" en sus configuraciones predeterminadas, las cuales puedan permitir que terceros accedan a los datos una vez que estos llegan a sus servidores.

Además de asegurar las comunicaciones, es esencial encriptar los dispositivos. Muchos smartphones actuales tienen cifrado de disco completo por defecto. Cambiar a contraseñas alfanuméricas más largas puede aumentar la seguridad. Los expertos también sugieren desactivar características biométricas cuando sea necesario, especialmente en situaciones de protestas o cruces fronterizos.

El almacenamiento en la nube ofrece conveniencia pero conlleva riesgos, ya que muchas empresas pueden acceder a los datos almacenados y cumplir con solicitudes del gobierno. Sin embargo, cada vez más compañías ofrecen almacenamiento en la nube encriptado, lo que permite proteger la información de accesos no deseados.

Los usuarios también deben considerar su anonimato en línea al navegar por internet, utilizando herramientas como Tor o redes privadas virtuales (VPN) que ofrezcan un nivel adicional de privacidad. Sin embargo, es importante elegir bien la VPN, ya que algunas registran la actividad del usuario.

Otro aspecto importante es la protección de los datos de ubicación. Limitar el acceso a los datos de ubicación en dispositivos es crucial para mantener la privacidad. Usar un teléfono solo cuando sea necesario, ponerlos en modo avión o utilizar bolsas Faraday que bloqueen señales, son algunas opciones para proteger esta información.

Finalmente, la vigilancia financiera es otra área vulnerable, por lo que utilizar efectivo puede ser una alternativa para quienes desean evitar que sus transacciones sean rastreadas. Aunque las criptomonedas se perciben como una opción más anónima, en realidad muchas son trazables.

La creación de un entorno digital seguro requiere una combinación de buenas prácticas, el uso de herramientas adecuadas y una constante revisión de cómo se gestionan los datos y las comunicaciones. A medida que se aproxima un nuevo mandato de Trump, es fundamental que los grupos en riesgo, así como aquellos que desean proteger su privacidad, adopten medidas adecuadas.