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Nave espacial realiza un audaz acercamiento a un objeto metálico en la órbita terrestre.

Un "enfoque histórico".

Un equipo japonés de tecnología espacial ha llevado a cabo una emocionante operación en la órbita terrestre, acercándose a un cohete desechado. Esta misión, que forma parte del esfuerzo de la compañía Astroscale, tiene como objetivo final eliminar un propulsor de 11 metros de longitud, en medio de un creciente problema de chatarra espacial, que incluye más de 27,000 objetos de más de 10 centímetros en órbita. La iniciativa, denominada Active Debris Removal by Astroscale-Japan (ADRAS-J), ha alcanzado un hito importante, logrando el acercamiento más cercano por una empresa comercial a restos espaciales, situándose a solo 15 metros del cohete desechado.

Este cohete, perteneciente a la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), es parte de una misión que tuvo lugar en 2009 para lanzar el satélite de observación terrestre GOSAT. La fase de eliminación de chatarra espacial es un componente del proyecto "Demostración de Eliminación Comercial de Restos", buscando una metodología efectiva para gestionar los objetos problemáticos en el espacio.

ADRAS-J previamente había sobrevolado el fragmento metálico, recopilando imágenes y datos sobre su estado y trayectoria. En esta reciente misión, realizada el 30 de noviembre, se demostró la capacidad del satélite para operar con precisión a corta distancia del cohete abandonado, algo esencial para futuras operaciones de captura. La interacción entre grandes objetos en movimiento a alta velocidad podría resultar en accidentes, aumentando así el problema existente.

Para llevar a cabo este acercamiento, el satélite se posicionó detrás del cohete, acercándose en línea recta desde 50 metros. Luego, se detuvo a 15 metros de la etapa superior del cohete. Aunque hubo logros significativos, el desarrollo no se realizó conforme a lo planeado. El sistema de evitación de colisiones del satélite activó un aborto autónomo al detectar una anomalía inesperada en la actitud relativa hacia la etapa superior del cohete, lo que llevó al equipo a maniobrar de forma segura antes de alcanzar el punto de iniciación de captura. Astroscale Japón está investigando las causas de este incidente.

El programa ADRAS-J tiene planeada una segunda misión, ADRAS-J2, que se espera lanzar en 2028 con un presupuesto de 82 millones de dólares. Este nuevo satélite, actualmente en construcción, contará con un brazo robótico destinado a llevar el propulsor a una órbita inferior donde se quemará mayormente al ingresar a la atmósfera terrestre. La aspiración de la comunidad espacial, tanto gubernamental como comercial, es mantener la órbita baja terrestre libre de chatarra espacial, especialmente de vehículos inertes que no pueden maniobrar por sí mismos.

El concepto de la baja órbita terrestre (LEO) es descrito por NASA como un "basurero de objetos espaciales", dado que se estima que hay millones de piezas de desechos orbitando, compuestos principalmente por elementos generados por el ser humano, como fragmentos de naves espaciales, partes de cohetes y satélites inoperantes.