Razones por las que regresé a Final Fantasy XIV en 2024.
En 2024, Final Fantasy XIV nos demostró una vez más por qué sigue siendo el rey indiscutible de los MMOs.
El género de los MMORPG está saturado de títulos que compiten por la atención de quienes están dispuestos a dedicar una gran cantidad de tiempo a un solo juego. Sin duda, hay muchas opciones atractivas basadas en el tipo de combate, el contenido de final de juego y el modelo de pago que se prefiera, lo que garantiza que es casi seguro encontrar uno que se ajuste a tus necesidades. Después de más de dos décadas incursionando en este género y habiendo invertido miles de horas en títulos que van desde juegos de nicho como Silkroad Online (que, sorprendentemente, todavía existe) hasta éxitos globales como World of Warcraft y Guild Wars, he comenzado a sentirme decepcionado con muchos MMORPG populares en los últimos años. Las razones varían, pero incluyen un enfoque excesivo en las incursiones de final de juego, un contenido centrado en el PVP o comunidades poco amigables que pueden resultar incómodas al leer el chat.
Sin embargo, este no es el caso cuando regreso a Final Fantasy XIV. Cada vez que inicio este MMO de Square Enix, siento una paz inesperada, lo que hace que sea difícil considerar otros juegos. A diferencia de muchos otros MMORPG a los que dejo de jugar tras experimentar un agotamiento, desde su relanzamiento y rebranding como Final Fantasy XIV: A Realm Reborn en 2013, he estado regresando constantemente a FFXIV. Cada nueva expansión, incluyendo Dawntrail de este año, me atrae de nuevo. Siempre disfruto cada visita, ya sea por unas pocas semanas de juego casual o por meses de juego diario. Además, parece que este juego tiene un futuro asegurado, dado que se está desarrollando una versión para móviles.
He podido identificar tres aspectos clave que han influido en mi decisión de seguir eligiendo este MMORPG sobre otros en 2024. En primer lugar, la comunidad es excepcionalmente encantadora. Aunque muchos MMORPG tienen jugadores amistosos, este género a menudo atrae a elitistas que pueden hacer que la experiencia sea menos divertida para los jugadores casuales. Recientemente, probé el nuevo MMO gratuito Throne & Liberty y, a pesar de disfrutar su combate y mundo, me encontré frecuentemente con jugadores que expulsaban a otros de grupos en las primeras mazmorras si no conocían las mecánicas del jefe. La comunidad de FFXIV, en cambio, tiene una reputación muy merecida por ser amigable. Cada experiencia en mazmorras se enriquece con interacciones positivas, como el clásico “O/” en el chat, y siempre hay alguien que se dedica a hacer que todos se sientan bienvenidos y satisfechos.
Además, es casi mágica la experiencia de pasar unas horas en Limsa Laminsa, el vibrante centro donde se reúnen la mayoría de los jugadores. Este lugar se ha convertido en un punto de encuentro animado, donde cientos de jugadores presumen sus atuendos, disfrutan conversando y, a menudo, asisten a conciertos improvisados de Bardos. La interacción social en FFXIV es genuina, con jugadores que utilizan todo tipo de emotes para conectarse unos con otros.
Otro punto a destacar es la posibilidad de manejar un solo personaje sin la molestia de los múltiples "alts". Personalmente, detesto tener que lidiar con varios personajes, y FFXIV elimina este problema al permitir que un único personaje cambie fácilmente entre trabajos con solo un par de botones, siempre que se haya desbloqueado ese trabajo. Esto me permite disfrutar de diversas facetas del juego sin perder la conexión con mi personaje.
Por último, la cantidad de contenido en FFXIV es abrumadora, pero de una manera que resulta relajante. Hay mucho por hacer: desde misiones principales y mazmorras hasta recopilar elementos de glamour y participar en actividades PVP. Sin embargo, a diferencia de otros MMORPG que imponen presión para enfocarse en el contenido de final de juego, FFXIV permite disfrutar de cada aspecto del juego de manera ligera y divertida. La presión para avanzar en actividades severas es mucho menor, lo que me brinda la oportunidad de explorar el mundo mágico a mi propio ritmo, mientras que la comunidad amistosa asegura que siempre tendré a buenos compañeros en mis aventuras. Por estas razones, me seguiré quedando con Final Fantasy XIV.