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Inversores privados salvan a Charge Cars, lo que permite la llegada de la réplica eléctrica del Mustang '67.

La empresa británica Charge Cars, dedicada a vehículos eléctricos, ha comunicado su reciente cambio de propietarios. Además, ha revelado su intención de comenzar la entrega de su producto estrella, una réplica eléctrica del icónico modelo de 1967.

Una nueva etapa comienza para Charge Cars, una emergente empresa británica de vehículos eléctricos, tras su adquisición por un grupo de inversores privados. La compañía continuará con el desarrollo del modelo ‘67, una interpretación totalmente eléctrica del emblemático Ford Mustang de 1967.

El CEO Paul Abercrombie explicó que esta adquisición facilitará los “desarrollos finales en nuestra nueva sede global” en el Reino Unido y adelantó una pronta entrega de este atractivo vehículo de lujo a los consumidores. Asimismo, aseguró que se anunciarán más detalles en breve.

El modelo ‘67 será fabricado de manera artesanal y contará con una carrocería licenciada por Ford. Entre sus características destaca la disposición de baterías centrales montadas en el suelo, lo que optimiza el centro de gravedad del vehículo, junto con tecnología de cuádruple motor que producirá una potencia máxima de 400 kW y un torque de 1,520 Nm. La compañía se compromete a ofrecer “los más altos estándares de seguridad y dinámica vehicular”.

El vehículo presentará una “interfaz digital táctil completamente personalizada”, un término poco común aplicado a pantallas táctiles. Su sistema de infoentretenimiento será compatible tanto con Apple como con Android.

Charge Cars comenzó este ambicioso proyecto en 2016, aunque ha enfrentado varias dificultades a lo largo del camino. Ha estado asociada desde hace tiempo con la compañía de vehículos eléctricos Arrival, compartiendo con ella a uno de sus fundadores, Denis Sverdlov, y algunas tecnologías. Arrival había tenido un comienzo prometedor con un contrato para suministrar camiones de entrega a UPS en EE. UU. y Europa, pero lamentablemente enfrentó la quiebra.

Aunque Charge Cars logró continuar, la dependencia de la tecnología y componentes de Arrival se convirtió en un verdadero obstáculo. Sin embargo, la nueva inyección de capital parece que resolverá este inconveniente. Inicialmente, la empresa tenía planes para producir alrededor de 500 unidades del ‘67, pero aún no se ha aclarado si se mantendrá en esa cifra. La compañía promete que más novedades serán “reveladas en breve”.