Pat Gelsinger, CEO de Intel, anuncia su retiro.
Intel ha dado a conocer que su director ejecutivo, Pat Gelsinger, se jubilará. David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus han sido designados como co-CEOs interinos.
Pat Gelsinger, el CEO de Intel, ha anunciado su jubilación, la cual será efectiva a partir del 1 de diciembre. Además, ha dejado su puesto en la junta directiva de la empresa. David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus han sido designados como co-CEOs interinos; Zinsner es el CFO de Intel, mientras que Holthaus lidera el grupo de computación para clientes de la empresa. Holthaus también asume el nuevo cargo de CEO de Intel Products, que engloba áreas enfocadas en consumidores, así como negocios de centros de datos, inteligencia artificial, redes y edge.
Frank Yeary, que ejerce como presidente independiente de la junta de Intel, tomará el rol de presidente ejecutivo interino durante este periodo de transición. La empresa ha asegurado que la dirección de Intel Foundry, su división de diseño y fabricación de chips, permanecerá sin cambios. También se ha constituido un comité de búsqueda para encontrar un sucesor permanente para Gelsinger.
En un comunicado, Gelsinger expresó su gratitud por haber liderado Intel, describiendo a sus compañeros como los mejores en el sector y reflejando sobre los logros alcanzados durante su carrera en la compañía, que ha sido su vida laboral. Señaló que, aunque fue un año complicado y lleno de decisiones difíciles, está agradecido por el apoyo recibido por parte de sus colegas a nivel mundial.
De acuerdo con información, la junta de Intel le ofreció a Gelsinger la opción de retirarse o ser despedido. Su carrera en Intel comenzó a los 18 años, tras completar un grado asociado. A lo largo de su trayectoria, desempeñó un papel crucial en el desarrollo del procesador 80486 y se convirtió en el CTO en 2001, impulsando avances significativos en tecnologías como Wi-Fi y USB.
En 2009, Gelsinger dejó Intel para unirse a EMC y más tarde asumió el puesto de CEO en VMware en 2012. Regresó a Intel en 2021 enfrentando presiones de inversores activistas, lanzando un plan de corrección de rumbo que incluía la construcción de fábricas de chips valoradas en miles de millones de dólares en EE. UU. y en el extranjero.
Sin embargo, su gestión se vio marcada por diversas dificultades. La relación con TSMC se tensó, lo que ocasionó que Intel perdiera descuentos claves, y el rendimiento de sus chips de IA no cumplió con las expectativas. Las cifras de ingresos de Intel descendieron drásticamente, enfrentando pérdidas y desafíos en múltiples frentes, incluyendo la pérdida de clientes importantes como Waymo y Sony.
En 2023, la empresa fracasó en la adquisición de Tower Semiconductor y enfrentó problemas con su proceso de fabricación 18A, lo que resultó en la pérdida de confianza por parte de empresas como Apple y Qualcomm. La situación llevó a la compañía a considerar la venta de sus divisiones de conducción autónoma y redes empresariales. A pesar de los esfuerzos para mejorar su posición, como la reestructuración y una reducción significativa de personal, Intel reportó pérdidas históricas en su último trimestre.
Tras el anuncio de la salida de Gelsinger, las acciones de Intel experimentaron un ligero aumento. Yeary subrayó que la compañía continuará priorizando el fortalecimiento de su portafolio de productos y su capacidad de manufactura, mientras mejora su estructura operativa.