Joe Biden firma una orden ejecutiva para acelerar la construcción de centros de datos de inteligencia artificial.
El desarrollo de nuevas herramientas de inteligencia artificial se está convirtiendo en una tarea que consume cada vez más energía.
El presidente Biden firmó hoy una orden ejecutiva con el objetivo de acelerar la creación de centros de datos de inteligencia artificial (IA) en Estados Unidos. Esta medida instruye al Departamento de Defensa (DOD) y al Departamento de Energía (DOE) a arrendar terrenos federales a empresas privadas que estén construyendo centros de datos de IA a gran escala y instalaciones de energía limpia. Además, solicita a las agencias federales que “prioricen” y agilicen el proceso de permisos para la infraestructura de IA. El decreto podría permitir “exclusiones categóricas” para acelerar las revisiones medioambientales bajo la Ley Nacional de Protección Ambiental.
La creación de herramientas de IA consume cada vez más energía, y aunque la administración Biden parece considerar que este camino vale el riesgo de desviar aún más los objetivos climáticos del país y aumentar la presión sobre redes eléctricas ya estresadas, el presidente Biden declaró: “No dejaremos que América se quede atrás en la construcción de la tecnología que definirá el futuro”.
Previo a este anuncio, y a raíz de informes sobre la posibilidad de que la Casa Blanca promoviera medidas para agilizar el desarrollo de centros de datos, grupos de defensa del medio ambiente, así como legisladores demócratas, instaron a la administración a no eximir a la IA de los procedimientos de permisos y normas ambientales habituales. Un grupo de senadores envió una carta a la administración Biden el 17 de diciembre diciendo: “Instamos a reconsiderar cualquier acción ejecutiva que pueda resultar en un aumento de la contaminación y costos para los consumidores”. En la misiva se destacó que Estados Unidos tiene la capacidad de avanzar en la carrera de la IA mientras se intensifican los esfuerzos para descarbonizar.
Según estimaciones publicadas por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL), la demanda de electricidad de los centros de datos se ha triplicado en la última década y podría duplicarse o triplicarse nuevamente para 2028. En 2023, estos centros representaron aproximadamente el 4.4 por ciento del consumo de electricidad en EE. UU., cifra que podría alcanzar hasta el 12 por ciento en cinco años. Este incremento en la demanda responde a la inmensa capacidad computacional necesaria para entrenar modelos de IA. Las empresas de servicios públicos ya están alargando la vida útil de infraestructuras contaminantes de carbón y gas para tratar de satisfacer esta creciente demanda de electricidad, lo que también ha llevado a un aumento en los costos de los servicios para los consumidores.
Los desarrolladores que construyan nuevos centros de datos de IA en terrenos federales deberán “cubrir todos los costos de construcción y operación de la infraestructura de IA para que este desarrollo no aumente los precios de la electricidad para los consumidores”, de acuerdo con la Casa Blanca. Esto incluye la construcción del centro de datos, así como de las instalaciones energéticas y las líneas de transmisión. Las empresas tendrán la responsabilidad de abastecerse de electricidad de nuevas fuentes de energía “limpia” y deberán evaluar las implicaciones de seguridad de los modelos de IA desarrollados en estos sitios federales, además de adquirir “una parte adecuada” de semiconductores fabricados en Estados Unidos.
Johanna Neumann, directora senior del Environment America Research & Policy Center, subrayó que en la competencia por dominar la IA, no se debe perder de vista la necesidad urgente de detener la contaminación que calienta el planeta y afecta la salud pública. Ella aboga por la eficiencia de los nuevos centros de computación y su funcionamiento con electricidad renovable. “Sin esas medidas, la insaciable sed de energía de la IA podría perjudicar los esfuerzos de Estados Unidos por alejarse de los combustibles fósiles perjudiciales”, agregó.
El gobierno ya arrenda tierras federales para la producción de energía, incluyendo la exploración de combustibles fósiles y proyectos de energía renovable. Con la nueva orden ejecutiva, para el 28 de febrero, se espera que el Secretario de Defensa y el Secretario de Energía identifiquen al menos tres terrenos cada uno para albergar nuevos centros de datos de IA en las tierras bajo su gestión.
