Cover Image for Parece que Microsoft ha vuelto a afectar Windows 11 24H2, ya que el rendimiento desciende con los últimos procesadores de Intel.

Parece que Microsoft ha vuelto a afectar Windows 11 24H2, ya que el rendimiento desciende con los últimos procesadores de Intel.

Windows 11 24H2 está limitando de manera silenciosa el rendimiento de algunas PC para juegos, lo que ha generado un debate sobre quién es el responsable de este problema: ¿Microsoft o Intel?

Varios usuarios de la versión 24H2 de Windows 11 están reportando problemas de rendimiento y fallos tras instalar las últimas actualizaciones del sistema operativo. Estas dificultades, que incluyen disminuciones de velocidad y bloqueos, están siendo atribuidas a los parches más recientes (KB5050094 y KB5051987).

Uno de los primeros en señalar estos inconvenientes fue un usuario en un foro que mencionó que el juego The Settlers: New Allies se detuvo tras aplicar las actualizaciones. Por su parte, otro usuario que utilizaba un procesador Intel Core Ultra 9 285K, en conjunto con una placa ASRock Z890 Pro RS, no logró que su nuevo equipo funcionara correctamente a menos que utilizará una versión beta del BIOS. Este problema se relacionó con una actualización del microcódigo de Intel integrada en el BIOS, a pesar de tener la versión más reciente de Windows 11 instalada.

Los problemas de rendimiento no se limitan a los errores de inicio. Con la versión 24H2 de Windows 11, se ha reportado que al minimizar cualquier aplicación, el sistema comienza a experimentar lo que se describe como un "gran problema de rendimiento". Las aplicaciones sufren una disminución drástica en su rendimiento, llegando incluso a reducirse la frecuencia del procesador. Se han compartido capturas de pantalla que ilustran las diferencias en la utilización del CPU.

Lo más alarmante es que estos fallos se producen independientemente de la programación utilizada. El usuario logra replicar los problemas con diversas aplicaciones, incluyendo 7Zip y Prime95, lo que sugiere que hay inconvenientes generales con la compatibilidad y estabilidad de los parches. Por ejemplo, el rendimiento en la prueba de referencia de 7Zip se redujo a la mitad al minimizar la aplicación, y distribuir la carga entre los 24 núcleos del Intel Core Ultra 9 285K no mitigó la situación. En este momento, no hay una solución definitiva, excepto un posible workaround que implica forzar un plan de ahorro de energía para maximizar el rendimiento del CPU en procesos de fondo, lo cual no es una solución conveniente a largo plazo.

En contraste, se ha observado que los mismos problemas no se presentan en el procesador AMD Ryzen 9 9950X ni en el modelo más antiguo Intel Core i9-12900K. Esto podría indicar que las dificultades severas están asociadas principalmente con la última plataforma LGA 1851 de Intel, aunque la inestabilidad del software sigue siendo un tema recurrente.

Los contratiempos en Windows 11 no son nuevos, ya que la versión 24H2 ha reportado varios fallos. Aparte de los problemas de estabilidad, esta versión también trajo consigo más anuncios en el menú de configuración, un uso elevado del CPU desde el Administrador de tareas y constantes recordatorios para realizar copias de seguridad. Adicionalmente, ha surgido un error donde parte de la interfaz se muestra en un idioma, mientras que la otra mitad aparece en otro idioma. Este fallo se relaciona con una instalación defectuosa donde se superpusieron dos opciones de idioma, algo inusual que se reportó recientemente.

Es evidente que los problemas de rendimiento y los errores son más críticos que los anuncios y errores de idioma, lo que contribuye a una experiencia de usuario bastante insatisfactoria desde el lanzamiento de esta versión el 1 de octubre de 2024. Afortunadamente, los últimos parches son opcionales, lo que permite que los usuarios se consideren volver a una versión anterior más estable o reinstalar completamente Windows 11.