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Si no te convertiste en jugador de realidad virtual en 2024, es probable que nunca lo hagas.

En los últimos 12 meses, quedó claro que unos auriculares más económicos y mejores videojuegos podrían no ser suficientes para que la realidad virtual alcance una amplia aceptación.

A lo largo de los años, muchos redactores de tecnología han caído en la trampa de la sobreoptimización al afirmar que "este es el año en que la realidad virtual (VR) despegará". Esta afirmación ha resonado durante un tiempo considerable en el mundo de la VR, ya que han surgido novedades como Half-Life: Alyx, que prometió una experiencia de juego completa en un auricular, o la llegada de dispositivos plug-and-play como el de PlayStation. Sin embargo, las expectativas generalmente se desinflan en cuestión de meses. Este año, el enfoque es diferente; no se anuncia que 2024 sea el momento decisivo para la VR en el ámbito de los videojuegos, sino que se reconoce que, a pesar de ser un buen año para la VR, esto no ha logrado convencer a los escépticos.

Al cerrar 2023, el panorama para los juegos de VR se veía prometedor. Titulos como Asgard’s Wrath 2 y Assassin’s Creed Nexus VR destacaron y demostraron avances significativos en la tecnología. Pese a que Sony parecía haber abandonado el PSVR2, las inversiones de Meta comenzaron a dar frutos en la forma de grandes lanzamientos en el último año. De hecho, este año, hay más juegos de VR en la lista personal de los 20 mejores juegos que nunca. Batman: Arkham Shadow ha destronado a Half-Life: Alyx como la joya de la corona de la VR, ofreciendo una adaptación completa de la serie Arkham que supera incluso a los lanzamientos de consola.

Otro de los grandes logros ha sido Thrasher, sucesor del clásico Thumper, un juego de ritmo que revive la esencia de las arcadas. Además, el remake de Riven de Cyan Worlds ha sorprendió por su adaptación natural a la VR, lo que hace que su extraña estética se sienta más atractiva. El impulso positivo ha continuado hasta diciembre, con lanzamientos destacados como Behemoth y Alien: Rogue Incursion, cada uno ofreciendo experiencias únicas que resaltan lo mejor de la VR.

A medida que avanzaba el año, se registraron numerosos lanzamientos que enriquecieron el catálogo de juegos disponibles, desde títulos como Metro Awakening hasta Arizona Sunshine Remake. Estos juegos no solo son de alta calidad, sino que también sugieren una evolución y madurez de la tecnología. La llegada del Apple Vision Pro también permitió nuevas experiencias en realidad mixta, aunque su impacto inmediato fue limitado.

A pesar de este sólido repertorio de juegos, se observa un pesimismo creciente sobre el futuro del VR, reflejado especialmente en la recepción del juego Batman: Arkham Shadow. A pesar de la anticipación, la transición a la VR ha encontrado resistencia entre los fans, lo que plantea interrogantes sobre el futuro del medio. A pesar de que los costos de la tecnología han bajado y los juegos han mejorado, parece que muchos jugadores siguen reacios a adoptar la VR.

La realidad es que, a pesar de los esfuerzos de empresas como Meta y Apple, el interés por la VR no ha crecido en la misma medida que los avances tecnológicos. En lugar de seguir creando expectativas poco realistas, sería preferible que las compañías se centran en crear experiencias para la base de jugadores existente. Si se logra mantener la calidad y centrarse en el nicho actual, la VR podrá disfrutar de una permanencia saludable en el mercado.