No puedo dejar de ver esta oscura serie dramática de comedia australiana en Disney Plus que casi nadie conoce.
Veo este programa de principio a fin una vez al año, y aquí te explico el motivo.
En la segunda temporada de Mr Inbetween, se presenta un momento destacable cuando la policía visita a Ray Shoesmith en su hogar para interrogarlo sobre una amenaza hecha a uno de los padres de la escuela de su hijo. La única respuesta de Ray es: “No respondo preguntas”, frase que repite a cada pregunta que le hacen los oficiales, quienes finalmente se marchan desconcertados y frustrados. Este breve encuentro encapsula la esencia del personaje: Ray es un enigma lleno de contradicciones, ofreciendo una mirada intrigante que deja al espectador sin respuestas.
Ray Shoesmith es interpretado por Scott Ryan, creador y guionista de la serie, quien logra retratar de manera excepcional a un antihéroe emocionalmente reprimido y violento, pero con un encanto particular, recordando a figuras como Tony Soprano en la afamada serie The Sopranos. Aunque trabaja como seguridad en un club nocturno, su verdadero oficio es el de asesino a sueldo, un papel que debe equilibrar con su vida cotidiana como padre, amigo, hermano y amante.
A diferencia de muchas producciones australianas que suavizan a sus personajes masculinos o presentan locuras extremas, Mr Inbetween crea un retrato auténtico de Ray, un individuo que vive según su propio código moral, alejándose de las convenciones sociales. En su entorno, las acciones desencadenan consecuencias, y no duda en usar la violencia si es necesario. Su sonrisa oscila entre la amabilidad y una peligrosa intención, revelando a su vez una profunda soledad y emociones reprimidas.
La serie se inspira en el film de 2005 The Magician, que apenas ofrecía un esbozo del personaje joven. En cambio, aquí conocemos a un Ray más completo: un hombre mayor, con una hija, un ex y un hermano que sufre de una enfermedad degenerativa, proporcionando así una perspectiva más rica de su vida. Cada episodio saca a la luz diferentes aspectos de su existencia, mezclando la cotidianidad con situaciones sorprendentes y a menudo conmovedoras.
La interpretación de Nicholas Cassim como el hermano de Ray, Bruce, ilustra con sensibilidad las duras etapas de su enfermedad y su impacto en los que lo rodean. Chika Yasumura, como Brittany, la hija de Ray, refleja el difícil tránsito de ser el centro del mundo de un padre a convertirse en una leve fuente de vergüenza para él. Por su parte, Ally, la novia de Ray, interpretada por Brooke Satchwell, muestra cómo sus decisiones violentas influyen en su círculo cercano, a pesar de que nunca dirija esa violencia hacia ellos.
Ray no es un héroe; en ocasiones, su trabajo como asesino es moralmente ambiguo, y actúa de acuerdo a su propia justicia, lo que lo convierte en un personaje complejo y fascinante. A lo largo de las tres temporadas, el corazón de la serie es Ray, quien intenta proteger a sus seres queridos de los peligros de su trabajo, mientras se enfrenta a su problemático pasado.
Aunque Ray no asiste a terapia, sí se inscribe en un curso de manejo de la ira con resultados hilarantes, lo que añade una dimensión cómica y reflexiva a su personaje. Mr Inbetween aborda cuestiones profundas relacionadas con la violencia en la sociedad y los fallos del sistema legal, ofreciendo una introspección sobre la ira y su naturaleza sin ofrecer respuestas fáciles.
La serie ha generado un gran interés entre los espectadores, quienes a menudo se encuentran atrapados en ella y se sienten ansiosos cuando se acerca el final, que, afortunadamente, ofrece un cierre satisfactorio.