Cover Image for Me encanta el Lenovo Legion Go S, pero hay un problema que no puedo superar.

Me encanta el Lenovo Legion Go S, pero hay un problema que no puedo superar.

Disfruto mucho jugando en el nuevo Lenovo Legion Go S con el Z2 Go, pero ya no puedo ignorar el problema que presenta Windows.

Mi experiencia con las PCs de gaming portátiles ha sido bastante rica, pues he probado varios modelos, desde el original Steam Deck hasta el ROG Ally X. He aprendido a apreciar, criticar y, en su mayoría, a tolerar las diversas limitaciones de cada dispositivo. Sin embargo, el nuevo Lenovo Legion Go S me ha dejado con la sensación de que es una mejora notable gracias a sus gatillos rápidos, su gran pantalla de 8 pulgadas y un diseño que se siente muy cómodo en las manos. El único inconveniente es que Windows es un verdadero dolor de cabeza. Así es, he dicho lo que muchos piensan: usar Windows en un dispositivo portátil es una experiencia sumamente frustrante, lo cual se hizo evidente en mis primeros días con el Legion Go S.

A pesar de seguir evaluando el dispositivo y el procesador Ryzen Z2 Go que tiene en su interior —y tengo algunas comparaciones iniciales que presentar— quiero enfocar mi atención en el problema que supone Windows.

Desde el principio, fui un usuario leal del Steam Deck. A pesar de la variedad de dispositivos competidores, nunca sentí la necesidad de cambiar. Si bien Windows ofrece mayor compatibilidad en juegos, me gusta más la experiencia que brinda SteamOS, aunque eso implique renunciar a algunos títulos y, en ocasiones, al rendimiento. No fue hasta que descubrí Bazzite, una variante de SteamOS, que decidí cambiar en el ROG Ally X. Este sistema ha crecido en popularidad y si no lo conoces, es esencialmente SteamOS, ofreciendo un rendimiento superior y una experiencia de software sin interrupciones.

Al llegar al Lenovo Legion Go S, ya sabía que no disfrutaría de Windows como lo hacía con Bazzite, aunque no estaba preparado para lo mucho que había empeorado la situación, especialmente considerando el tiempo que ha pasado desde su lanzamiento. Para dar un contexto, al desempaquetar el dispositivo, me tomó una hora completar el proceso de configuración de Windows, gran parte de la cual fue dedicada a navegar entre ofertas irrelevantes de Office 365 y OneDrive que nada tienen que ver con un PC de gaming portátil. Una vez que finalmente llegué al escritorio, me encontré con más problemas. Las actualizaciones de la Microsoft Store no funcionaron hasta que ejecuté manualmente otra actualización de Windows, y la aplicación de Xbox tampoco funcionaba debido a que requería una actualización que no podía instalar porque el botón estaba fuera de la pantalla.

Configurar y actualizar cualquier nuevo dispositivo puede llevar tiempo, pero la experiencia con el Lenovo Legion Go S —y todos los dispositivos con Windows— es larga y frustrante. Se siente como si el dispositivo no estuviera funcionando correctamente, como si hubieses instalado un sistema operativo que no le corresponde. Esto demuestra que Windows no fue diseñado para este tipo de factor de forma y nunca parece estar a la altura de las necesidades de los gamers de handheld.

Por ejemplo, en Windows 11, la barra de tareas viene llena de aplicaciones predeterminadas que ocupan todo el espacio en la pantalla, dificultando el uso de otras aplicaciones. Además, las configuraciones de energía son deficientes; el dispositivo se pone en modo de reposo después de unos minutos sin consideración de si está cargando o no, lo que puede llevar a descargas fallidas.

A pesar de las aparentes ventajas de rendimiento y soporte para juegos que ofrece Windows, cada aspecto del uso de un dispositivo portátil se siente como una lucha constante. Aunque hay soluciones, la necesidad de periféricos como un hub USB-C, monitor y teclado parece ser imprescindible para configurar correctamente el dispositivo antes de poder jugar.

Por otro lado, la comparación entre el Ryzen Z2 Go y el Ryzen Z1 Extreme del Lenovo Legion Go S muestra que el primero es algo más lento, aunque no sorprende del todo dado que ambos procesadores tienen 12 Unidades de Cómputo RDNA 3. Los resultados preliminares que obtuve para algunos títulos populares indican que el rendimiento está cerca del de otros dispositivos, pero el Ryzen Z2 Go cuenta con solo cuatro núcleos de CPU, limitando su capacidad en juegos más exigentes.

El Lenovo Legion Go S es sin duda un gran dispositivo, pero la experiencia de usar Windows en un handheld actualmente es deficiente. Con SteamOS ganando soporte para más juegos cada día, es una opción que parece cada vez más atractiva. Probablemente recomendaré el Legion Go S, pero con la advertencia de esperar una versión con SteamOS preinstalado.