Elon Musk expresa optimismo renovado sobre la primera misión tripulada a Marte.
Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, Elon Musk de SpaceX se muestra más entusiasmado que nunca con la posibilidad de que su empresa envíe a los primeros humanos a Marte.
Elon Musk, el director de SpaceX, ha renovado su optimismo por llevar a los primeros humanos a Marte antes de que finalice esta década, ahora que Donald Trump ha regresado a la Casa Blanca. En su discurso inaugural, Trump declaró que su administración se dedicará a "perseguir nuestro destino manifiesto entre las estrellas, enviando astronautas estadounidenses a plantar la bandera en Marte".
Posteriormente, Musk se dirigió a su audiencia con entusiasmo, afirmando: “Gracias a ustedes, el futuro de la civilización está asegurado”. Además, se preguntó: “¿Pueden imaginar lo increíble que será ver a astronautas estadounidenses plantar la bandera en otro planeta por primera vez? ¿Qué tan inspirador sería eso?”.
El año pasado, Musk había indicado que el plan inmediato consistía en lanzar las primeras misiones de Starship a Marte en 2026. Estas misiones no tripuladas tienen como objetivo probar la fiabilidad del sistema de aterrizaje de la nave y su capacidad para despegar nuevamente y retornar a los astronautas a casa. Si los planes se llevan a cabo como se espera, Musk mencionó que el primer vuelo tripulado podría ocurrir "en cuatro años", es decir, antes de que termine la presidencia de Trump en enero de 2029.
Sin embargo, hay varios "si" en esta proyección, algunos de ellos tan grandes como el cohete Starship de 120 metros de altura, compuesto por el lanzador Super Heavy y la nave Starship. Hasta la fecha, este cohete ha realizado solo siete vuelos. A pesar de los avances logrados desde su primera prueba en 2023, que resultó en la destrucción del vehículo en pleno vuelo, el más reciente intento, llevado a cabo el mes pasado, finalizó con la desintegración de la nave en el Caribe.
Con Trump aparentemente apoyando la iniciativa de Marte, Musk espera una posible relajación de las regulaciones que podrían acelerar los lanzamientos de prueba de Starship, los cuales ha indicado anteriormente que se han visto obstaculizados por normativas excesivas. En su nuevo rol como "zar de eficiencia" de Trump, Musk está encargado de reducir las regulaciones, desmantelar la burocracia gubernamental y recortar gastos innecesarios.
Aunque surgen críticas sobre posibles conflictos de interés, Musk asumirá esencialmente un papel de asesor a partir de esta semana. Algunos cuestionan cómo su responsabilidad de reducir el gasto gubernamental se alinea con su ambición de llevar humanos a Marte, un proyecto que no es precisamente barato. Sin embargo, es relevante señalar que la asociación entre NASA y SpaceX ya ha demostrado ser más económica en comparación con los programas espaciales tradicionales dirigidos por el gobierno. Al aprovechar el enfoque innovador y la tecnología reutilizable de SpaceX, se espera que el costo total de la exploración humana en Marte resulte menor que si NASA tuviera que desarrollar todos los sistemas necesarios de manera independiente. Además, este modelo de asociación público-privada se alinea con el objetivo de la NASA de fomentar la industria espacial privada en EE. UU., lo que podría llevar a un uso más eficiente de los recursos gubernamentales a largo plazo.