No te alarmes: los misteriosos drones sobre Nueva Jersey podrían no ser tan enigmáticos como parecen.
Es poco probable que ocurra una invasión por drones.
En la actualidad, el avistamiento de drones se ha convertido en una actividad que atrae la atención, especialmente en la costa este de los Estados Unidos. Tras escuchar el característico zumbido de un dron, muchos se dedican a escanear el cielo en busca de movimientos que delaten su presencia. Este interés en los drones no es nuevo para algunos aficionados que, como el autor, disfrutan volando estos dispositivos en sus momentos de ocio, mientras intentan identificar modelos específicos de DJI que suelen ser más comunes por debajo de los 250 gramos.
Recientemente, la cantidad de avistamientos reportados ha aumentado notablemente. En plataformas como TikTok, circulan videos que muestran drones de grandes dimensiones, incluso de cinco o seis pies de diámetro, utilizados para diversas aplicaciones comerciales, desde vigilancia hasta entrega de paquetes. En áreas como Nueva York, el fenómeno se ha vuelto cada vez más común, aunque algunos observadores aún no sienten la urgencia de participar en la búsqueda de estos dispositivos voladores.
En una reciente noche clara, el autor y su familia disfrutaban de la observación astronómica cuando notaron la aparición de satélites en el cielo. Esta experiencia les hizo reflexionar sobre la posibilidad de que las luces no fueran necesariamente drones, sugiriendo que muchos avistamientos pueden ser malinterpretados. Según argumenta, esto puede ser el resultado de pruebas de drones realizados por entidades gubernamentales o empresas en busca de evaluar el funcionamiento de flotas aéreos durante la noche.
Es importante señalar que los drones de gran tamaño no son fáciles de operar, especialmente durante la noche, cuando se requiere mayor experiencia. Además, la idea de que estos drones pueden ser provenientes de amenazas extranjeras se considera poco probable, ya que, a menos que sean de uso militar, no viajarían grandes distancias para sobrevolar áreas residenciales.
A medida que aumenta el número de vuelos nocturnos de operadores aficionados, se corre el riesgo de amplificar la preocupación sobre una supuesta "invasión de drones". Aunque algunos defienden que se necesita una respuesta más rápida y eficiente de las autoridades frente a esta situación, la realidad es que muchos de los objetos en el cielo no son drones, sino aviones, helicópteros o satélites.
Por último, sería prudente que el gobierno estableciera un sistema de rastreo más riguroso para cualquier dispositivo que despegue en el espacio aéreo público. La confusión y el pánico en torno a los drones seguirán creciendo si no se abordan las inquietudes de la población, lo que podría llevar a acciones extremas y peligrosas.