
Un joven ingeniero de DOGE, del equipo de Elon Musk, narra cómo logró ganar el reto Vesuvius de 700,000 dólares.
Se ha informado que Elon Musk ha seleccionado a seis ingenieros recién graduados para liderar DOGE. Hablé con uno de ellos en 2023, cuando su vida era completamente distinta.
Esta semana, Silicon Valley hizo su entrada en Washington, D.C. de manera inusual, al conocerse que un grupo de jóvenes ingenieros ha sido elegido para ayudar a dirigir el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk. Un informe revelador indicó que Musk habría designado al menos a seis ingenieros, el mayor de los cuales apenas tiene 24 años, lo que ha causado preocupación entre los círculos políticos de la capital estadounidense. Chuck Schumer, líder de la minoría del Senado, expresó su descontento afirmando que la población no aceptará que un grupo secreto no elegido maneje el poder ejecutivo.
La falta de experiencia y el secretismo que rodea a este grupo de ingenieros, quienes son todos menores de 25 años, ha generado interrogantes. Al parecer, sus huellas digitales son mínimas y han preferido evitar los medios de comunicación, en línea con la postura de Musk, quien ha insinuado que revelar sus identidades sería un acto ilícito. Esto ha llevado a muchos a cuestionar quiénes son realmente estos jóvenes y cuáles son sus motivaciones.
Uno de estos jóvenes es Luke Farritor, un estudiante de 21 años de la Universidad de Nebraska-Lincoln que ha estado trabajando en el Vesuvius Challenge. Este proyecto, impulsado por el inversor de IA Nat Friedman, busca utilizar inteligencia artificial para descifrar antiguos rollos. Farritor, quien es becario de Thiel, mostró ser un individuo educado y apasionado por la tecnología, y compartió su entusiasmo por el desafío de aplicar sus conocimientos al manejo de problemas complejos.
Su internship en SpaceX, donde trabajó en el software para la plataforma de lanzamiento del Starship, también fue una experiencia significativa para él, ya que seguía los pasos de su padre, profesor de ingeniería mecánica y cofundador de una empresa de robótica quirúrgica. Farritor dedicó largas horas a su trabajo, describiéndolo como “divertido” y muy enriquecedor.
Su interés por el Vesuvius Challenge surgió al escuchar a Friedman en un podcast, donde se hablaba de rollos de papiro sepultados por la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C. Estos documentos, que parecían bloques de carbón, despertaron la curiosidad de Farritor, quien se propuso desarrollar software para detectar patrones en el papel carbonizado que pudieran relacionarse con letras. Su dedicación lo llevó a experimentar en la cocina de la empresa de su padre, creando sus propios rollos de prueba.
Finalmente, Farritor y su equipo lograron ganar un gran premio de 700,000 dólares, dinero que el joven planea utilizar para saldar la hipoteca de sus padres, adquirir un nuevo iPhone y posiblemente invertir en iniciar su propio negocio. En la actualidad, ha accedido a un entorno gubernamental, lo que difiere bastante de sus objetivos iniciales. Durante su tiempo en el Vesuvius Challenge, también se encontró con la burocracia universitaria mientras trabajaba para conseguir acceso a escáneres de alta tecnología. Farritor defendió la idea de que, a pesar de ser un grupo de "tech bros de Silicon Valley", estaban allí con la intención de ayudar y construir buenas relaciones.