Marissa Mayer: No soy feminista, ni neurodivergente. Soy una chica de software.
Fue la vigésima en incorporarse a Google, luego se convirtió en directora de Yahoo y ahora es la CEO de Sunshine. Para Mayer, su pasión por la tecnología prevalece sobre su género.
Marissa Mayer, exingeniera de Google y CEO de Yahoo, ha trabajado en el campo de la inteligencia artificial durante 25 años. En lugar de considerar la IA como un potencial destructor del mundo, la describe como el sol, una entidad vital y generosa. Su nueva startup, Sunshine, se centra en integrar la inteligencia artificial en aspectos de la vida familiar y social, incluyendo el intercambio de fotos, la gestión de contactos y la planificación de eventos.
Durante una conversación con Mayer en las coloridas oficinas de Sunshine en Palo Alto, su entusiasmo por la tecnología fue contagioso. Sin embargo, me sorprendió escuchar su rechazo a las ideas feministas que había expresado anteriormente, un punto de vista que la ha aislado en el entorno liberal de Silicon Valley. Mayer explicó que, desde su juventud, no se identificó con un feminismo que consideraba "militante" y "estridente", subrayando que su enfoque se centra más en el mérito y el conocimiento.
A pesar de sus opiniones controvertidas, Mayer dejó una impresión positiva al presentar su concepto de Sunshine. Su aplicación principal, Shine, lanzada en marzo, ha sido acogida con críticas mixtas, pero Mayer la defiende como una herramienta útil, especialmente para la creciente población de adultos mayores. Su enfoque optimista hacia la tecnología refleja una nostalgia por los inicios emocionantes de Internet, y su creencia en el potencial de la inteligencia artificial es inquebrantable.
El nombre "Sunshine" tiene un valor personal para Mayer, quien lo eligió en su época en Stanford al nombrar su disco duro. Al reflexionar sobre su perspectiva optimista, mencionó cómo su experiencia en el entorno de startups la ha llevado a confiar en el buen sentido de la mayoría de las personas en línea.
Mayer comparte su visión de cómo la inteligencia artificial puede mejorar la vida cotidiana, facilitando la organización de eventos y la gestión de contactos. La app Shine, por ejemplo, utiliza capacidades avanzadas de reconocimiento facial para seleccionar las mejores fotos de eventos familiares, aliviando a los usuarios de esa tarea.
A lo largo de la conversación, Mayer se muestra confiada en su experiencia y en su capacidad para navegar el mundo de la tecnología, aunque reconoce áreas donde no posee tanto conocimiento, como las criptomonedas. También se mostró intrigada por tecnologías emergentes como los nanotubos de carbono.
Aunque se distancia del término "feminista", Mayer enfatiza su apoyo a la promoción de mujeres en tecnología, reconociendo su propio camino en un campo donde las mujeres son la minoría. En conclusión, su enfoque en la innovación y su pasión por la tecnología son evidentes, y su historia ilustra cómo la curiosidad y la pasión pueden ser motoras del éxito en el mundo del emprendimiento tecnológico.