Hace una década, este thriller fallido anticipó con precisión un futuro plagado de ciberataques.
Hace una década, Michael Mann dirigió Blackhat, un thriller que aborda un ciberataque con potencial de poner en jaque al mundo. A continuación, se analiza de qué manera esta película controvertida anticipó temas que hoy son muy relevantes.
Michael Mann es conocido por su estilo cinematográfico único, que se refleja en todas sus producciones, independientemente de su éxito comercial. Sus tramas suelen girar en torno a personajes conflictivos dotados de habilidades excepcionales que enfrentan crisis existenciales. Las características de sus películas incluyen impresionantes escenas nocturnas, acción visceral, colores vibrantes y un sonido potente. Aunque algunos espectadores pueden no disfrutar de una de sus obras, es indudable que cada una de ellas es inconfundible en su entrega.
Una de sus películas más recordadas es Blackhat, un thriller de acción lanzado en 2015 que aborda el tema de los ciberataques en la era digital. Tras el hackeo de una planta nuclear en Hong Kong y de la Bolsa de Comercio de Chicago, el FBI se ve obligado a liberar al hacker Nick Hathaway (interpretado por Chris Hemsworth) de prisión para investigar el origen del ataque. A pesar de su concepto intrigante, Blackhat resultó ser un fracaso en taquilla y recibió críticas mayormente negativas.
Mann es consciente de que Blackhat no es un filme perfecto y, de hecho, reconoce que el proyecto no estaba completamente listo para su rodaje. La película logró recaudar solo 19.7 millones de dólares frente a un presupuesto de 70 millones, convirtiéndose en uno de los fracasos más notorios de ese año. Muchos aspectos, incluyendo diálogos mal sincronizados y situaciones mal colocadas, contribuyen a que el filme se sienta desarticulado.
Sin embargo, al revisar Blackhat, se percibe que su visión de los hackeos y sus implicancias globales estaba, de cierta forma, adelantada a su tiempo. La representación de ciberataques y la importancia de la ciberseguridad están plasmadas de manera inquietantemente realista. Mann se aseguró de contar con la perspectiva de hackers auténticos para dar vida a una narrativa que, aunque pueda parecer de ciencia ficción para algunos, refleja un panorama muy concreto en la actualidad.
El director ha decidido reeditar Blackhat para acercarla más a su visión original. En esta nueva versión, se han añadido y reducido algunas escenas clave, incluyendo cambios en el orden de los eventos cruciales del guion. El hackeo de la planta nuclear, que en la versión original se presentaba desde el principio, ahora se ha movido a una parte intermedia, lo que mejora la fluidez global de la narrativa.
Finalmente, aunque Blackhat puede no haber sido recibido con el fervor esperado, su enfoque en los detalles y la autenticidad en la representación de habilidades especializadas sigue siendo una constante en la filmografía de Mann, que busca captar la atención del público mientras explora la condición humana a través de personajes complejos.