Cover Image for ¿Te sientes dependiente de tu teléfono? Podrías estar experimentando el síndrome de uso problemático.

¿Te sientes dependiente de tu teléfono? Podrías estar experimentando el síndrome de uso problemático.

Ante estadísticas alarmantes como estas, la investigación está recibiendo una mayor atención.

Estudios recientes han revelado conexiones entre la depresión, la ansiedad y el insomnio en adolescentes y una condición denominada uso problemático de teléfonos inteligentes (PSU), que puede presentar características similares a la adicción. Investigadores del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres llevaron a cabo la investigación, la cual reveló que más del 33% de los participantes se identificaron a sí mismos como afectados por PSU, siendo estos el doble de propensos a experimentar ansiedad y tres veces más propensos a sufrir depresión.

Los estudios, realizados en diferentes momentos de 2020 y 2022, mostraron que el 18,7% de los adolescentes de 16 a 18 años y el 14,5% de aquellos de 13 a 16 años presentaron signos de PSU. El grupo de adolescentes mayores tuvo, de hecho, entre dos y tres veces más probabilidades de presentar síntomas de ansiedad y depresión en comparación con sus pares que no reportaron PSU. En el grupo más joven, se encontró que el 44% de quienes experimentaban PSU reportaban síntomas de ansiedad, en contraste con el 26% de aquellos sin PSU. Además, el 55% mostraba síntomas de depresión frente al 35% del grupo sin PSU.

Con estadísticas tan alarmantes, la problemática está comenzando a recibir atención, pero es fundamental comprender en qué consiste la PSU y cómo se evaluó. Los estudios involucraron un número relativamente pequeño de adolescentes, con 657 participantes de entre 16 y 18 años y 69 de entre 13 y 16 años. Cabe destacar que el uso problemático de teléfonos inteligentes no es considerado una condición oficialmente diagnosticable en EE. UU. o Reino Unido. Los investigadores utilizaron la Escala de Adicción a los Teléfonos Inteligentes, que incluye diez preguntas respecto a la relación de los jóvenes con sus dispositivos.

Un aspecto interesante de la investigación es que los adolescentes son conscientes de la PSU y de los problemas que puede acarrear, y muchos de ellos están tomando medidas para manejarla. La Dra. Nicola Kalk, responsable del estudio, destacó que varios jóvenes emplearon estrategias de reducción, revelando que el modo silencioso, desactivar notificaciones y colocar el teléfono en otra habitación durante la noche son métodos útiles. Sin embargo, los análisis no encontraron una correlación directa entre PSU y el tiempo total frente a la pantalla; ciertos tipos de aplicaciones parecen tener más impacto que otros.

La investigación surge en un contexto donde empresas como HMD están desarrollando dispositivos para ayudar a controlar el uso excesivo de teléfonos inteligentes. Estos esfuerzos incluyen iniciativas como The Better Phone Project, dirigido a que los padres colaboren en la creación de herramientas para un mejor manejo del tiempo de pantalla. Esta tendencia para fomentar un uso más saludable de la tecnología no es nueva, con iniciativas como el Bienestar Digital de Google destacando la importancia de ser conscientes del tiempo de uso en dispositivos.

Por su parte, algunos expertos en salud mental argumentan que el uso excesivo de la tecnología podría ser simplemente un síntoma de trastornos preexistentes como depresión y ansiedad, y no necesariamente un nuevo problema en sí mismo. Se hace un llamado a replantear la manera en que se aborda el papel de la tecnología en la salud mental, esperando que la nueva generación de dispositivos refleje un entendimiento más profundo sobre este tipo de problemáticas, así como la disposición de los adolescentes a reconocer y actuar frente a sus dificultades en el uso de tecnologías.

  • Salud mental
  • Uso problemático de teléfonos
  • Adicción a la tecnología