¿Qué ocurrió con todos los equipos de aire acondicionado temporal en el Parque Olímpico?

Con la finalización de los Juegos Olímpicos de París, las unidades temporales de aire acondicionado que se enviaron para los atletas están preparadas para tener una segunda, y posiblemente una tercera, utilización. Inicialmente, estas unidades no estaban contempladas en el diseño de la vivienda para los competidores, ya que se priorizaron opciones más eficientes en términos de energía. Además, el aire acondicionado no había sido considerado esencial en climas más frescos hasta hace poco, siendo aún poco común en los hogares europeos. No obstante, las olas de calor representan un gran riesgo para los deportistas, muchos de los cuales optaron por llevar sus propios aparatos de aire para mantenerse frescos.

Se solicitó un gran número de estas unidades para la Villa Olímpica, que albergó a más de 14,000 atletas. Tras el cierre de los Juegos el 11 de agosto, estos equipos permanecerán en la Villa para los Juegos Paralímpicos programados del 28 de agosto al 8 de septiembre. A diferencia de los atletas olímpicos, que debieron costear su propio aire acondicionado, los organizadores han asegurado que proporcionarán las unidades a los participantes de los Paralímpicos "sin coste alguno por razones médicas", distribuyendo una unidad por cada tres atletas. Se estima que durante los Paralímpicos, cerca de 8,000 deportistas utilizarán la Villa.

El correo enviado a las autoridades indicaba que algunos competidores tienen discapacidades que afectan su capacidad para regular la temperatura corporal. La preocupación por el calor ya estaba presente antes de los Juegos, ya que no solo influye en el rendimiento de los atletas, sino que también puede provocar agotamiento y golpes de calor. Durante julio, las temperaturas en París alcanzaron los 35 grados Celsius (95 grados Fahrenheit), intensificadas por una ola de calor que oprimió los Juegos durante varios días. Este tipo de preocupaciones se han planteado en eventos olímpicos anteriores, pero los riesgos aumentan cada año debido al cambio climático.

El comité organizador se enfrentó a un dilema: las unidades de aire acondicionado ayudan a las personas a mantenerse seguras durante las olas de calor, pero también contribuyen a la crisis climática debido a la energía que consumen. Además, pueden sobrecargar las redes eléctricas, lo que puede causar apagones peligrosos en momentos críticos. Urbanistas en todo el mundo están buscando soluciones más sostenibles, como instalar bombas de calor eficientes energéticamente o colocar jardines en azoteas para evitar el hacinamiento de calor.

La Villa Olímpica de París utilizó un sistema de enfriamiento geotérmico que utilizaba agua fría circulante bajo el suelo. Este sistema buscaba alcanzar temperaturas de 23 a 26 grados Celsius (73.4-78.8 Fahrenheit) en las horas más calurosas del día, pero no fue suficiente para calmar las preocupaciones de los equipos participantes. La organización informó que las unidades de aire acondicionado fueron alquiladas y, tras los Paralímpicos, se prevé que sean reacondicionadas y reutilizadas por el proveedor. La Villa seguirá confiando en su sistema de enfriamiento integrado como parte de un esfuerzo por convertirla en un nuevo "distrito sostenible” después de la salida de los atletas, con planes de construir 2,500 viviendas, una residencia estudiantil y un hotel, todos diseñados para minimizar su impacto ambiental.

“Intentamos encontrar un equilibrio entre el diseño y la adecuación de la Villa, buscando un objetivo a largo plazo de crear un vecindario sostenible y, al mismo tiempo, una responsabilidad a corto plazo de proporcionar a los atletas condiciones óptimas de preparación”, comentó un portavoz del Comité Olímpico Internacional. “El aire acondicionado es culturalmente común en algunas partes del mundo, pero no en Francia”.

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