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Los nuevos modelos de Apple Watch son carbono neutro, dependiendo de la correa que elijas.

La huella de carbono total de la empresa es un aspecto más relevante.

Apple ha revelado en un evento reciente que el Apple Watch Series 10 puede ser completamente neutro en carbono. Esta afirmación aplica a todas las versiones del reloj de este año, siempre que se combine con ciertas pulseras, según la compañía. Las opciones de la carcasa del Series 10 incluyen aluminio y titanio, y ambas variantes son consideradas carbon neutral si se adquieren junto con pulseras como la Sport Loop, Braided Solo Loop o la actualizada Milanese Loop.

Para minimizar las emisiones, la carcasa del reloj está fabricada con 100% de aluminio reciclado o 95% de titanio reciclado. Apple asegura que realiza suficientes compras de energía renovable para igualar el consumo eléctrico asociado con la producción del reloj y también está priorizando el transporte terrestre para reducir la contaminación en los envíos.

El año pasado, Apple presentó sus primeros productos neutros en carbono, que incluían ciertas combinaciones de caja y pulsera de los modelos Apple Watch Series 9, Apple Watch Ultra 2 y Apple Watch SE. Hasta la fecha, estos son los únicos productos de la compañía que cumplen con esta característica. Una empresa puede etiquetar un producto como “carbon neutral” si compensa cualquier emisión restante de CO2 asociada con su fabricación. Para sus primeros relojes con esta calificación, Apple compra “créditos de carbono de alta calidad de proyectos basados en la naturaleza” para compensar las mínimas emisiones que aún persisten. Generalmente, estos proyectos implican iniciativas como la reforestación y la conservación de bosques que absorben CO2 de manera natural.

Sin embargo, muchos de estos proyectos de compensación de carbono han sido criticados por no reducir el CO2 en la medida que prometen. Por ello, resulta fundamental concentrarse en la reducción de emisiones desde un principio. Es crucial también considerar la huella de carbono total de la empresa, no solo la de un único producto. Aunque un dispositivo sea menos contaminante, las emisiones generales de carbonos podrían aumentar si la compañía produce artefactos con obsolescencia programada. Esto podría resultar en una mayor producción y, en consecuencia, más contaminación que si los consumidores mantuvieran sus productos por más tiempo.

En 2023, las emisiones brutas de dióxido de carbono de Apple disminuyeron un 22% y ha registrado una reducción de más del 55% desde 2015, gracias en gran parte a sus esfuerzos por incentivar a sus proveedores a utilizar fuentes de energía más limpias. Apple se ha comprometido a reducir sus emisiones en un 75% en comparación con los niveles de 2015 y a alcanzar la neutralidad de carbono para 2030.

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