Cover Image for La cámara del iPhone es más complicada que nunca.

La cámara del iPhone es más complicada que nunca.

La perspectiva desde tu visor podría ser un tanto distinta.

Al ingresar al edificio que alberga el teatro Steve Jobs para el lanzamiento del iPhone 16, la primera persona que observé tomando fotos de la sala no estaba usando un iPhone, sino una cámara digital compacta. Hablamos de un modelo básico, como un PowerShot, Cybershot o Coolpix, que cuenta con un sensor CCD y 6 megapíxeles, lo que hace que cualquier imagen a más de ISO 1600 parezca confeti. Estas cámaras han resurgido en popularidad entre ciertos fotógrafos que, cansados de las fotos procesadas en exceso, optan por el contraste fuerte y los destellos exagerados de los sensores digitales antiguos. Lo que una vez fue obsoleto ahora está de moda, y las sombras artificialmente brillantes están fuera de escena.

La respuesta de Apple a este renacimiento de las cámaras compactas, así como a la tendencia de aplicaciones como Halide’s Process Zero, se manifiesta en el iPhone 16 y el iPhone 16 Pro, que ofrecen un control sin precedentes sobre los ajustes de procesamiento de imágenes mediante la actualización de los Estilos Fotográficos. Personalmente, considero que esto es una gran mejora. Aquellos que extrañan las sombras en sus fotografías también lo apreciarán. Sin embargo, esta nueva funcionalidad ha complicado el uso de la cámara del iPhone más que nunca, lo que resalta la difícil situación de Apple.

Los Estilos Fotográficos existen desde el iPhone 13 y funcionan como filtros que confieren un estilo particular a las imágenes —más cálido, más frío, más brillante, etc.— ya que se integran en el proceso de captura de la cámara en lugar de aplicarse como un filtro posterior. La actualización en el iPhone 16 presenta controles novedosos para ajustar los tonos de piel y aplicar matices similares a los de la película. Si bien algunas opciones son preestablecidas, también se pueden personalizar de gran manera para conseguir la saturación y el contraste deseados. Por primera vez, estos se pueden aplicar después de tomar las fotos.

Durante la semana que dediqué a probar la cámara del iPhone 16, la avalancha de nuevas opciones me hizo sentir abrumado. ¿Qué tipo de cámara deseaba? ¿Debía tratar de utilizarla como si fuera una Fujifilm X100 en Pioneer Square? ¿Apostar todo por el blanco y negro? ¿Optimizar los tonos para la piel de mi hijo o para la mía? ¿O tomar las fotos en el ajuste estándar y cambiar el estilo después? Si tomaba esta última opción, ¿cuál elegiría?

La confusión aumenta porque los Estilos Fotográficos no se mantienen por defecto después de cerrar la aplicación de la cámara. Si decides usar uno y luego sales de la app, regresará a la configuración inicial. Es posible ajustar esto en la configuración de la cámara, pero no lo entendí al principio, dado que en mi iPhone 13 Mini, estos estilos sí se mantenían.

El ajuste por defecto de la cámara es un estilo “Estándar”, que representa la visión de Apple sobre cómo debería funcionar una cámara. Se puede seleccionar cualquiera de los Estilos Fotográficos como predeterminado, pero esto solo se logra a través de un engorroso proceso en la configuración del sistema donde se revisan cuatro de tus “fotos favoritas” en el nuevo estilo.

Además, para utilizar los nuevos Estilos Fotográficos, es necesario disparar en HEIF, el formato de archivo de imagen preferido por Apple. Los HEIF pueden almacenar más datos de imagen en un archivo más pequeño que un JPEG, aunque no poseen una aceptación tan amplia. Aunque ha mejorado la compatibilidad debido a que muchas plataformas se han adaptado a esta norma, sigue sin alcanzar la universalidad del JPEG.

La cámara del iPhone debe satisfacer todas las necesidades de sus usuarios. Debe capturar la emoción en el rostro de los niños durante un cumpleaños, tomar fotos claras de recibos o ser la herramienta para registrar momentos espontáneos en un paseo por el vecindario. La tarea de crear un solo dispositivo que cumpla con todos estos requisitos es complicada. Apple parece haber decidido que la carga recaiga en el usuario al proporcionar herramientas que permiten ajustes personalizados. Sin embargo, esta falta de simplicidad puede disuadir a muchos de explorar todas las posibilidades, lo que es una lástima dado que parece ser la cámara más personal que ha creado Apple hasta la fecha.

  • iPhone
  • fotografía
  • tecnología