Cover Image for El impulso de la inteligencia artificial por parte de las grandes tecnológicas de EE. UU. provoca un aumento drástico en el consumo de agua.

El impulso de la inteligencia artificial por parte de las grandes tecnológicas de EE. UU. provoca un aumento drástico en el consumo de agua.

Se están consumiendo millones de galones cada mes en regiones con escasez de agua.

La sostenibilidad sigue siendo un desafío importante para algunas grandes empresas tecnológicas, que enfrentan críticas por prácticas de minería dañinas, grandes emisiones de carbono y un elevado consumo energético que afectan sus objetivos ambientales. Recientemente, un estudio ha revelado que el uso de agua en estas corporaciones ha alcanzado niveles insostenibles en diversos lugares.

El agua es fundamental en estos centros de datos, ya que se emplea principalmente para enfriar hardware de alto rendimiento mediante mecanismos de aire que disipan el calor, lo que puede provocar que hasta nueve litros de agua se evaporen por cada kWh de energía consumido. Este recurso se vuelve cada vez más escaso, ya que aproximadamente dos tercios de la población mundial experimentan severas carencias de agua al menos un mes al año, un problema que se prevé que empeore. Esto se traduce en 2.7 mil millones de personas anualmente sufriendo estrés hídrico, lo que contribuye a que 2.2 millones de niños mueran por enfermedades relacionadas con el agua.

A pesar de esta situación, las empresas tecnológicas continúan con sus operaciones. En 2023, los centros de datos en Virginia, conocidos como "data center alley", utilizaron al menos 7 mil millones de litros de agua. Microsoft reveló que el 42% de su consumo de agua a nivel global provino de “áreas con estrés hídrico”, mientras que Google señaló que el 15% de sus retiradas de agua dulce fueron de zonas con “alta escasez de agua”.

El impacto ambiental de la Inteligencia Artificial (IA) sigue siendo objeto de estudio, aunque la industria se encuentra en un dilema entre grandes emisiones de gases de efecto invernadero y preocupantes niveles de consumo de agua. Aunque el enfriamiento con agua puede ayudar a reducir las emisiones, esto compromete un recurso crucial. Los servidores que ejecutan algoritmos de IA generan más calor que los sistemas informáticos tradicionales, requiriendo seis veces más kilovatios por rack; por ejemplo, una conversación de 5 a 50 intercambios con ChatGPT puede consumir alrededor de 500 ml de agua.

Amazon ha expresado su compromiso de ser un buen gestor del agua, asegurando que sus centros de datos serán ‘positivos en agua’ para 2030. Sin embargo, los defensores del medio ambiente advierten que la demanda de infraestructura computacional causada por la IA podría aumentar de manera explosiva.

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