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Expertos cuestionan las grandes inversiones en inteligencia artificial de Microsoft, Amazon y Google, alertando sobre un posible efecto 'Sugar Daddy Boomerang' que podría tener graves consecuencias.

Las inversiones de grandes empresas tecnológicas en startups de inteligencia artificial podrían traducirse en ingresos para sus servicios en la nube.

Recientemente, ha habido un notable aumento en el gasto en servicios de nube por parte de grandes empresas como Microsoft Azure, Amazon Web Services (AWS) y Google Cloud. Este fenómeno ha llevado a un experto a plantear preguntas sobre la naturaleza de este crecimiento. En particular, se cuestiona cuánto de este incremento es resultado de las inversiones en startups de inteligencia artificial, como OpenAI y Anthropic, las cuales están financiadas por estas mismas corporaciones tecnológicas.

En cifras concretas, Microsoft ha invertido $13 mil millones en OpenAI, mientras que Amazon ha comprometido $4 mil millones y Google $2.55 mil millones en Anthropic. Estas significativas aportaciones no solo tienen el potencial de impulsar la innovación en el campo de la inteligencia artificial, sino que, según el analista, también podrían estar inflando los ingresos en la nube a medida que el capital regresa a través del gasto en infraestructura de estas compañías.

Este escenario, donde cerca de $20 mil millones se han destinado a OpenAI y Anthropic, sugiere la creación de un ciclo de retroalimentación. Las inversiones en estas startups de IA alimentan el consumo de los servicios de nube, lo que podría hacer que el crecimiento de los ingresos de los proveedores de nube parezca más impresionante de lo que realmente es.

A medida que la demanda por sistemas acelerados por GPU aumenta, impulsada por el crecimiento de la inteligencia artificial, los ingresos operativos de los proveedores de nube han experimentado un notable ascenso. Por ejemplo, AWS reportó un incremento del 74% en sus ingresos operativos, alcanzando $9.33 mil millones en un trimestre reciente. Sin embargo, la sostenibilidad de este crecimiento es incierta, especialmente si gran parte de él depende de ciclos impulsados por inversiones.

La reciente cifra adicional de $7.93 mil millones en ingresos de sistemas centrales para AWS, Microsoft y Google podría estar estrechamente relacionada con sus inversiones en inteligencia artificial. Un punto crucial que se plantea es si estos ritmos de crecimiento se pueden mantener sin la necesidad de depender de estas inversiones para aumentar el gasto en la nube.

Timothy Prickett Morgan se pregunta: “¿Cuánto de ese [$7.93 mil millones] provino de los casi $20 mil millones que estas compañías invirtieron en OpenAI y Anthropic? ¿Cuánto vino de un número desconocido de startups de IA en las que también podrían tener participación y que recibieron tales fondos únicamente porque estas empresas sabían que tendrían que gastar la mayor parte de ese dinero en capacidad de nube para entrenar sus modelos?” Esta es una interrogante importante que muchos expertos en la industria están ansiosos por aclarar.

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