Cómo acceder a Signal utilizando una VPN

Signal es una de las aplicaciones de comunicación de código abierto más confiables disponibles actualmente. Originalmente conocida como TextSecure, utiliza el protocolo Signal para ofrecer características de privacidad robustas, lo que justifica su nombre. Con cifrado de extremo a extremo como estándar, garantiza que los mensajes estén protegidos, lo que dificulta la interceptación o el monitoreo por parte de terceros. Esta seguridad hace que Signal sea altamente valorada por aquellos que priorizan la confidencialidad, como periodistas y activistas.

Sin embargo, este nivel de protección es precisamente lo que ha llevado a países con políticas de vigilancia estrictas, como Rusia y Venezuela, a intentar prohibir Signal. En Rusia, la aplicación fue bloqueada por supuestas violaciones a las leyes antiterroristas; mientras que en Venezuela, la restricción siguió a una elección controvertida marcada por el descontento político.

Si te encuentras en estas regiones, si eres un periodista que depende de la anonimidad de Signal, o un usuario preocupado por la privacidad, recuperar el acceso a Signal es esencial. Afortunadamente, el uso de VPNs se presenta como una de las maneras más rápidas y efectivas para eludir estas restricciones.

Para desbloquear Signal con una VPN, primero elige un servicio de confianza. NordVPN es altamente recomendado por su eficacia a la hora de desbloquear diversas aplicaciones y garantizar la privacidad. Es importante descargar la VPN desde una fuente confiable, ya que puede que no se pueda acceder a su sitio web desde Rusia o Venezuela. Después, selecciona un plan que se ajuste a tus necesidades y descarga la aplicación para tu dispositivo. Una vez instalada, inicia sesión y conéctate a un servidor en un país donde Signal esté disponible, como Estados Unidos o varios países europeos. Con la VPN activa, abre Signal y deberías poder enviar y recibir mensajes sin dificultades.

Las prohibiciones en Rusia y Venezuela son parte de una tendencia creciente entre regímenes autoritarios que buscan limitar el acceso a aplicaciones de mensajería cifrada, obligando a la población a utilizar canales más fácilmente controlables por el gobierno. En Rusia, el bloqueo de Signal fue oficialmente impuesto el 6 de agosto, citando violaciones a la legislación que busca prevenir el uso de la aplicación para fines terroristas y extremistas. La agencia reguladora Roskomnadzor, encargada de hacer cumplir leyes de censura mediática, ha acumulado una lista de sitios y aplicaciones que los proveedores de servicios de internet deben bloquear.

Previo al bloqueo oficial, los usuarios de Signal en Rusia ya experimentaban problemas de conexión. A partir de entonces, una serie de leyes han requerido que los proveedores de internet almacenen datos de usuarios y verifiquen a los nuevos registros con números de teléfono, lo cual facilita el seguimiento por parte del gobierno. Dado que en Rusia los números de teléfono están vinculados a documentos de identidad, el gobierno puede rastrear a los ciudadanos con facilidad. Signal, al no cumplir con estas normativas, se convirtió en un blanco.

En Venezuela, la prohibición a Signal se enmarca dentro de un contexto más amplio de restricciones en internet tras una elección polémica. Aunque Nicolás Maduro declaró haber ganado con el 51% de los votos, muchas voces internas y de la comunidad internacional han denunciado que las elecciones no fueron libres ni justas. Los disturbios posteriores al evento llevaron al gobierno a intensificar la represión, afectando especialmente a los periodistas y disidentes políticos. Esta situación ha sido agravada por el bloqueo de plataformas que son esenciales para la organización y comunicación segura de los opositores.

Los efectos de las prohibiciones a Signal son significativos y van más allá de limitar el acceso a una aplicación. Los periodistas dependen de Signal para mantener la privacidad y seguridad de sus conversaciones, vital para tratar con informantes en entornos represivos. Sin el cifrado que ofrece, la posibilidad de que se filtren informaciones sensibles es elevada. Además, comunidades vulnerables, como la LGBTQ+ y minorías étnicas, enfrentan mayores riesgos en su comunicación si se ven obligadas a recurrir a métodos menos seguros.

En resumen, la razón detrás del uso de Signal se debe a su código abierto, su cifrado de extremo a extremo y su modelo sin fines de lucro, lo que lo convierte en una opción confiable comparado con muchas aplicaciones comerciales. Aunque el uso de VPNs es legal en la mayoría de los lugares, en algunos estados autoritarios su uso puede estar restringido.

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