China advierte con represalias a Japón por las restricciones a los chips.
Las limitaciones impuestas por Japón en la venta y mantenimiento de equipos para la fabricación de semiconductores a empresas chinas generan fricciones.
China ha advertido recientemente sobre las graves repercusiones económicas que podría imponer a Japón si este último decide establecer más restricciones en la venta y servicios de equipos de fabricación de semiconductores a las empresas chinas. Se ha informado que una posible medida de represalia por parte de China sería limitar el acceso de Japón a minerales clave para la producción automotriz. Los automóviles representan una de las principales exportaciones de Japón, siendo Toyota una de las corporaciones más influyentes en el país. Además, Toyota ha realizado inversiones significativas en la planta de TSMC, un fabricante de chips de Taiwán, ubicada en Kumamoto, por lo que se vería entre las más perjudicadas por cualquier limitación de exportaciones que Japón imponga.
Este conflicto se da en un contexto donde Estados Unidos ha presionado a Japón para que se alinee con sus esfuerzos por contener el poder tecnológico de China, en particular en la estrategia de semiconductores. Estados Unidos ya impuso un embargo a China para detener las exportaciones de los chips más avanzados, utilizados principalmente en hardware militar, aunque se ha reportado que algunas empresas han encontrado formas de eludir esta prohibición.
A pesar de las restricciones, la industria china aún enfrenta dificultades para producir los chips de tecnología más avanzada que impulsan algunas de las innovaciones donde lidera, especialmente en inteligencia artificial; sin embargo, ha logrado acceder a estas capacidades a través de servicios de computación en la nube como forma de sortear las restricciones impuestas por Estados Unidos.
Recientemente, el gobierno estadounidense ha financiado un programa para establecer la fabricación de chips en territorio estadounidense, aunque actualmente, Taiwán representa el 68% del mercado de semiconductores. Según informes, altos funcionarios de Estados Unidos están colaborando con sus homólogos japoneses para garantizar el suministro de materiales esenciales.
Tanto Toyota como el fabricante de chips Tokyo Electron son de los más expuestos a las consecuencias si se implementan restricciones en las exportaciones. Tras la noticia del deterioro de las relaciones entre Japón y China, las acciones de Tokyo Electron cayeron cerca del 2%. Aún no está claro si Japón accederá a las demandas de Estados Unidos y cuáles serían las implicaciones específicas para su industria. Se dice que Biden confía en que se alcanzará un acuerdo antes de finalizar el año.
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