Capturan a estafador de Instagram tras presumir de sus delitos en un podcast.

Un invitado del podcast No Jumper, quien se jactó de un esquema de hackeo y extorsión relacionado con cuentas de redes sociales de sus víctimas, podría enfrentar cargos federales. Idriss Qibaa, conocido como “Dani” y “Unlocked”, es señalado por las autoridades como el operador del sitio de hackeo Unlocked4Life.com. Actualmente, se le atribuyen dos cargos criminales de felonía relacionados con violaciones de leyes de comunicaciones interstatales, específicamente por las amenazas enviadas a través de mensajes de texto a dos víctimas y sus familias.

La denuncia, presentada el 25 de julio, se encontraba sellada y se emitió una orden de arresto el lunes siguiente, coincidiendo con su primera comparecencia en la corte. El documento indico que el FBI recibió una pista sobre el supuesto esquema de extorsión de Qibaa el 1 de abril, a raíz de su aparición en el mencionado podcast en enero, donde se identificó como “Dani”. En esa ocasión, Qibaa describió un plan financiero que involucraba a más de 200 víctimas, a quienes bloqueaba el acceso a sus cuentas y les cobraba para recuperarlas.

Durante el podcast, el invitado afirmó haber generado aproximadamente $600,000 al mes con sus actividades ilícitas y reveló que contaba con dos guardaespaldas. Según sus propias palabras, “Tú haces $2 millones al mes en Instagram y Telegraph. Yo llego, lo tomo y te hago pagar para recuperarlo, lo hago público y te expongo”. También mencionó que había extorsionado a celebridades que, sin saberlo, continuaban pagándole para restaurar sus cuentas.

La denuncia describió la experiencia de ocho víctimas que se vieron afectadas por Qibaa. Una de ellas, denominada “J.T.”, administraba dos cuentas de Instagram y contactó a Qibaa en busca de un nombre de usuario que él le ofreció a un precio entre $4,000 y $5,000. Tras rechazar dicha oferta, Qibaa le envió amenazas y bloqueó sus cuentas, demandándole luego $10,000 para restablecerlas, aunque finalmente acordaron un pago de $8,500.

El documento también relata que Qibaa extendió sus amenazas a la familia de J.T., insinuando que iba a contactar a un abogado y a servicios de protección infantil. Otro caso involucró a una víctima identificada como E.H., un periodista y comediante, quien también se convirtió en blanco del extorsionista. Qibaa bloqueó su cuenta de Instagram a solicitud de un dentista y, al comunicarse con él, recibió amenazas de que su número de Seguro Social sería divulgado si no pagaba $20,000.

A pesar de órdenes de restricción, Qibaa continuó hostigando a sus víctimas. Una de ellas, “R.B.”, obtuvo una orden de restricción de la Corte Superior del Condado de Los Ángeles, a lo que Qibaa respondió despectivamente, indicando que eso no lo detendría. Además, realizó publicaciones en Telegram ofreciendo recompensas por hacer daño a aquellos que le debían dinero.

Las amenazas más perturbadoras incluían afirmaciones de que Qibaa estaba dispuesto a ir a prisión si no se cumplían sus demandas. Mensajes de texto revelaron amenazas directas de violencia, en las que Qibaa afirmaba que preferiría “tomar una sentencia de vida por asesinarte que esto” y mostraba imágenes de lo que parecía ser una amenaza en contra de alguien que se acercó a su hogar.

El episodio concluyó con el anfitrión del podcast expresando su interés en conocer las repercusiones de las acciones de Qibaa y aunque admitió no poder justificar moralmente lo que hacía, expresó cierto respeto por su manera de trabajar.

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