'Tu Año en Asana' es un recordatorio de todas las tareas que realizaste (o que no hiciste).
La función de resumen anual de Asana analiza tus hábitos laborales, pero ¿se trata de una celebración de la productividad o de una prueba de estrés encubierta?
La nueva función de Asana, "Tu Año en Asana", presenta un resumen de los hábitos laborales del usuario a lo largo de 2024, transformando las métricas de productividad en un tipo de mini-documental. Este elemento viene acompañado de estadísticas sobre tareas completadas, tiempo ahorrado y colaboraciones, y se presenta como un homenaje a la productividad. Sin embargo, muchos se preguntan si en realidad se trata de una celebración o si en su lugar, se vuelve una prueba de estrés sutil.
Al abrir Asana, los usuarios son recibidos con un mensaje que destaca sus logros anuales, incluyendo la cantidad de tareas completadas, que en mi caso fue 1,914, además de detalles sobre el tiempo ahorrado y los colaboradores más frecuentes. Esta experiencia puede parecer más una evaluación forzada que un regalo, imponiendo una presión adicional para alcanzar mayores logros el próximo año.
Surge la pregunta de si realmente es necesario recibir reconocimientos por completar tareas sencillas. Especialmente cuando se recuerda que uno de los días más activos es el miércoles, añadiendo otra carga a una jornada ya agobiante. Aunque no es la primera vez que Asana ofrece un resumen anual, esta vez se asemeja más a un Spotify Wrapped, con un diseño más atractivo y datos personalizados, pero en esencia, se siente más como un informe de rendimiento que como un resumen de éxitos.
Asana se une a otras aplicaciones como Spotify y YouTube, que presentan resúmenes de nuestras actividades. Sin embargo, a diferencia de Spotify, que evoca recuerdos de canciones favoritas, "Tu Año en Asana" se enfoca en convertir los hábitos laborales en una revisión del desempeño, poniendo énfasis en la productividad más que en el disfrute. Se siente como si el algoritmo estuviera otorgando un reconocimiento por simplemente cumplir con las tareas diarias, convirtiendo nuestra vida laboral en algo que se puede compartir, aunque no necesariamente se desee.