¿Marcará esto el final para los supercoches eléctricos? Más fabricantes de lujo, como Aston Martin, posponen sus proyectos de vehículos eléctricos.
El futuro de los vehículos eléctricos de Aston Martin y Maserati está en duda.
Stellantis ha decidido retirar su inversión en el desarrollo de futuros productos de Maserati. Esto se produce en un contexto donde tanto Maserati como Aston Martin están reevaluando sus planes para modelos electrificados debido a recortes de presupuesto y empleo, lo que les obliga a considerar si existe un interés real en vehículos eléctricos que porten estas reconocidas insignias de alto rendimiento.
A comienzos de esta semana, Aston Martin reveló que planea reducir un 5% de su plantilla tras registrar pérdidas significativas en el cuarto trimestre del año pasado. Los problemas en la cadena de suministros y una disminución de la demanda en China han sido mencionados como factores que han afectado su desempeño financiero. Aunque la marca no ha relacionado directamente los despidos con sus lanzamientos futuros de vehículos eléctricos, su CEO, Adrian Hallmark, comentó que los automóviles eléctricos representan un "paso demasiado extremo" para muchos de sus clientes, anticipando que no veremos un Aston Martin completamente eléctrico hasta “la parte final de esta década”. El primer modelo electrificado de la marca británica, que se esperaba para este año, ha sido aplazado para 2027 y podría tardar aún más.
Hallmark enfatizó que la prioridad serán los vehículos híbridos enchufables, dado que ofrecen “más par en la fase de aceleración, pero también los beneficios del motor de combustión cuando el motor eléctrico se vuelve menos eficiente en el rango de alto rendimiento”.
Por su parte, Maserati ha enfrentado una preocupante caída en sus ventas, que disminuyeron más del 50% el año pasado, pasando de 26,600 unidades en 2023 a solo 11,300 en 2024. La firma italiana, que recientemente presentó su línea Folgore de vehículos eléctricos, que incluye el GranCabrio, GranTurismo y SUV Grecale, se verá forzada a buscar alternativas tras la cancelación de una inversión planificada de £1.2 mil millones (aproximadamente $1.6 mil millones) por parte de Stellantis. Esta inversión estaba destinada al desarrollo de nuevos modelos, entre ellos un Maserati MC20 electrificado y reemplazos eléctricos para los modelos Quattroporte y Levante.
El director financiero de Stellantis, Doug Ostermann, atribuyó de nuevo la decisión al rendimiento en China, indicando que la empresa tenía expectativas más altas respecto al mercado de lujo y la rapidez de su transición hacia la electrificación.
La industria de automóviles de lujo no es la única que enfrenta dificultades en el sector de vehículos eléctricos. Porsche ha anunciado planes para reducir 1,900 empleos para 2029 debido a la baja demanda de sus vehículos eléctricos, incluso considerando la posibilidad de incorporar motores de combustión interna en modelos que inicialmente habían sido anunciados como eléctricos. Asimismo, Lotus Cars, ahora bajo el control del gigante chino Geely, planea reintroducir la tecnología de combustión con su nueva línea “Hyper Hybrid” el próximo año.
En un mercado donde los vehículos de lujo a menudo presentan precios exorbitantes y valores residuales que se ven afectados por las baterías y motores eléctricos, la ansiedad por la autonomía y la falta de motores V6, V8 y V12 sigue complicando la situación para aquellos que fabrican máquinas de alto rendimiento deseables.
