Valorant está ganando la batalla contra los tramposos en el gaming de PC.
El sistema Vanguard de Riot Games genera controversia, pero resulta ser efectivo.
En el año 2020, los juegos multijugador en PC enfrentaron serios problemas debido a la proliferación de trampas, especialmente durante los confinamientos por la covid-19. Títulos como Call of Duty: Warzone, PUBG y Destiny 2 estaban plagados de jugadores que utilizaban aimbots para disparar automáticamente a sus oponentes o wallhacks para tener visión de todos los jugadores en el mapa. Sin embargo, Valorant de Riot Games se destacó por su controvertido y agresivo sistema anti-trampa, conocido como Vanguard, que ha demostrado ser efectivo en la lucha contra los tramposos.
Phillip Koskinas, director del sistema anti-trampa de Valorant, explicó que actualmente es menos común ver trampas que operan de manera directa en la máquina, ya que se ha vuelto un desafío demasiado complicado para los desarrolladores de trampas. Vanguard ha dificultado considerablemente el uso de herramientas como aimbots o wallhacks gracias a un controlador de nivel de núcleo que permanece activo después de encender el PC.
Nick “Everdox” Peterson, uno de los ingenieros de Riot, desarrolló un sistema dentro de Vanguard que identifica cuando motores de trampas intentan acceder al juego. Koskinas hizo una analogía con un dispositivo cuyo fabricante se entera si se ha violado la garantía, indicando que cuando se detecta algo sospechoso, el equipo espera la confirmación de uso indebido en Valorant.
Debido a la efectividad de Vanguard, los tramposos han comenzado a recurrir a hardware especializado para sortear estos sistemas. Una técnica popular de trampa actual implica el acceso directo a la memoria (DMA) usando hardware dedicado. Esto permite que un tramposo utilice una segunda PC para escanear la memoria de Valorant y ubicar posiciones de otros jugadores, lo que resulta devastador en un juego donde la táctica y la posición son clave.
Riot también ha implementado medidas para detectar este tipo de trampas de hardware, bloqueando lecturas desde dispositivos sospechosos. Koskinas relató su experiencia personal sobre cómo Vanguard bloqueó su tarjeta de red, lo que evidenció la potente capacidad de este sistema anti-trampa.
Hoy en día, la mayoría de las trampas en Valorant se reducen a triggerbots, programas que usan lectores de pantalla para identificar cuando el puntero del jugador está sobre un oponente y disparar automáticamente. Estas trampas representan alrededor del 80% de las utilizadas en el juego. La inclusión de Vanguard en League of Legends a principios de este año también ha significado una reducción significativa en el uso de scripts, con más de 175,000 cuentas baneadas desde su implementación.
A pesar del éxito de Riot, otros desarrolladores de juegos enfrentan mayores desafíos. Un estudio reciente de la Universidad de Birmingham reveló que las trampas en Call of Duty: Warzone siguen siendo accesibles y que el sistema anti-trampa Ricochet de Activision resulta insuficiente frente a trampas más sofisticadas. La falta de financiamiento y libertad parece ser un obstáculo para la efectividad del equipo de Ricochet.
Por otro lado, los investigadores coincidieron en que el sistema anti-trampa de Valorant es el mejor, seguido por Fortnite que también utiliza un sistema de nivel de núcleo. Además, se destacaron las debilidades en las protecciones de Windows que permiten a los programas de trampas inyectarse en el núcleo del sistema.
Con la mirada puesta en la colaboración con Microsoft, Riot planea hacer que Vanguard solo se inicie al lanzar el juego, suponiendo el uso de todas las características de seguridad de Windows 11. Esto podría contribuir a abordar algunas inquietudes sobre la privacidad.
Por ahora, Riot se enfoca en Windows y no tiene planes de soporte para Linux en Valorant o League of Legends. La manipulación del núcleo en Linux plantea preocupaciones similares a las que han llevado a Respawn a dejar de apoyar Apex Legends en esa plataforma.
Mientras Riot controla la situación de las trampas convencionales, la posibilidad de trampas impulsadas por inteligencia artificial (IA) es una preocupación emergente. Koskinas mencionó la inquietud respecto a las técnicas de lectura de imágenes que utilizan modelos de IA, lo que podría cambiar radicalmente el panorama de la lucha continua entre trampas y sistemas de detección.