
TikTok sugiere que organice una cena. ¿Es esto un verdadero indicador de recesión?
Compartir tu comida se ha convertido en el verdadero indicador de riqueza en la actualidad.
TikTok ha generado un fenómeno en torno a las cenas que suscita reflexiones sobre clases sociales y cultura, especialmente en un contexto económico como el de abril de 2025. A pesar de que no todos pueden permitirse una vida ostentosa, las plataformas digitales nos invitan a participar en la temporada de cenas, donde los ideales de lujo se plasman en cada publicación. La tendencia no se centra en comidas sencillas o potlucks, sino en elaboradas presentaciones con mesas exuberantes, impresionantes arreglos florales y vajillas finas que parecen destacar el estatus.
Históricamente, el alimento ha sido un símbolo de riqueza. En el siglo XVIII, las piñas eran un lujo escaso y en el XIX, solo los más afluentes podían incluir apio en su dieta cotidiana. Durante la era victoriana, las cenas representaban una oportunidad para fortalecer conexiones sociales y eran reservadas para aquellos que disponían del tiempo y recursos para organizar tales eventos. Actualmente, ante el aumento de los precios de los alimentos, la frescura de los productos se ha vuelto un indicador de estatus.
Hoy en día, lugares de moda como ciertas panaderías en TikTok y productos de alta gama en supermercados se han trasformado en símbolos culturales comparables a la moda urbana. Observaciones recientes muestran a personajes públicos destacando su riqueza mediante la exhibición de lujosos productos alimenticios, como los anuncios que muestran a Hailey Bieber sosteniendo coloridas verduras.
El concepto de "tradwifes" también refleja un ideal que, aunque inalcanzable para muchos, destaca el tiempo y la dedicación puestos en preparar comida desde cero. Las marquesinas de diseñadores ahora incluyen alimentos en su moda cotidiana, fusionando lo esencial con lo meramente estético. Según expertos en tendencias, la percepción de los alimentos como artículos de lujo ha crecido en la última década y contemporáneamente se ha normalizado la ostentación de estos en plataformas sociales.
Preguntarse si este enfoque en los productos alimenticios puede ser un verdadero indicador de recesión es válido, dado que se observa un cambio en cómo se manifiestan las señales de riqueza. Aunque un aumento en las cenas no signifique necesariamente una caída económica real, de alguna manera refleja una nueva forma de mostrar estatus. En un futuro donde adquirir alimentos básicos podría ser una lucha para muchos, mostrar la compra y preparación de comida como símbolo de fortuna puede convertirse en la forma más accesible de presumir riqueza.