
El aumento en la complejidad de los sistemas informáticos podría incrementar los riesgos de seguridad para las empresas.
No solo está impactando las estrategias de seguridad, según un informe.
Las empresas del Reino Unido están enfrentando significativos desafíos debido a la complejidad de sus sistemas informáticos. Un nuevo estudio revela que el 64% de las organizaciones británicas considera que la falta de interoperabilidad y la complejidad tecnológica son obstáculos importantes para mantener una seguridad robusta. Esta cifra es notablemente superior al promedio europeo del 55%, lo que subraya la necesidad de sistemas más simplificados en el país.
Además, el 50% de los encuestados en el Reino Unido mencionó que las soluciones fragmentadas están perjudicando su capacidad para responder a las amenazas cibernéticas. Entre las preocupaciones más destacadas se encuentran los riesgos relacionados con la inteligencia artificial, mencionados por el 66% de las empresas europeas y el 62% de las británicas. Estos ocupan el segundo lugar, solo por detrás de los temas de privacidad de datos y cumplimiento normativo, que son considerados preocupaciones cibernéticas críticas para 2025.
Sin embargo, a pesar de estos retos, los negocios en el Reino Unido muestran una confianza notable en el uso de la inteligencia artificial. Un 91% confía en la seguridad que ofrecen las aplicaciones de IA, y el 61% considera que la detección de amenazas es su uso más efectivo. Curiosamente, un 82% de las empresas creen que están utilizando la inteligencia artificial de manera óptima, a pesar de que estudios contradictorios sugieren lo contrario.
Aparte de los problemas de seguridad, las organizaciones también informan sobre ineficiencias de costos vinculadas a la formación (48%) y la adquisición de tecnologías (44%), con un 39% experimentando mayores tasas de rotación de personal a causa de la complejidad de sus sistemas. Scott McKinnon, Chief Security Officer de Palo Alto Networks para el Reino Unido e Irlanda, destacó la necesidad de simplificar e integrar herramientas para asegurar que sean interoperables y funcionen dentro de un ecosistema conectado, especialmente ante ataques cada vez más sofisticados potenciados por la inteligencia artificial.
No todo es negativo, ya que el 92% de las organizaciones británicas afirman que planean priorizar la simplificación de sus recursos tecnológicos en 2025.