El FBI alerta sobre correos electrónicos rusos que envían falsas amenazas de bomba a los centros de votación.
Hasta el momento, ninguna de las amenazas de bomba ha sido considerada creíble.
El FBI ha emitido una advertencia respecto a amenazas de bomba falsas que han sido enviadas por correo electrónico a centros de votación en varios estados de EE. UU., las cuales parecen tener origen en dominios de correo rusos. Hasta el momento, la agencia ha señalado que ninguna de estas amenazas ha sido considerada creíble. El FBI está colaborando estrechamente con las autoridades estatales y locales para abordar cualquier amenaza relacionada con las elecciones, además de instar al público a mantener la vigilancia y reportar cualquier actividad sospechosa.
Se reportó que se enviaron amenazas falsas a lugares de votación en Georgia, Michigan y Wisconsin, lo que llevó a la evacuación de al menos dos centros en el condado de Fulton, Georgia, este martes. Según informaciones, ambos lugares fueron reabiertos después de aproximadamente 30 minutos. Las autoridades del condado han solicitado una orden judicial para extender el horario de votación en estas ubicaciones más allá de las 7 PM ET, que es el límite establecido en el estado.
Estas amenazas parecen formar parte de una campaña más amplia destinada a generar desconfianza y caos en las elecciones de EE. UU. El viernes pasado, el FBI, junto a la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad, emitieron un comunicado conjunto alertando sobre vídeos falsos creados por actores rusos diseñados para “plantear dudas infundadas sobre la integridad de las elecciones en EE. UU.” En otro comunicado, estas agencias señalaron que actores de influencia rusos estaban amplificando afirmaciones incorrectas sobre funcionarios estadounidenses que supuestamente planeaban “orquestar fraudes electorales utilizando una variedad de tácticas.”
Este panorama se enmarca en años de inquietud sobre la injerencia en línea de Rusia en la política estadounidense, la cual ha incluido campañas de influencia llevadas a cabo por la agencia Internet Research Agency, vinculada al Kremlin, así como adquisiciones de información de registros de votantes por parte de Rusia e Irán, que podrían haber sido usadas para amenazar a personas a través de correos electrónicos si no votaban por Trump en 2020.