
La industria de las criptomonedas recibió lo que merecía.
Sé que he estado diciendo esto con frecuencia últimamente, pero esto es realmente absurdo.
El mercado de las criptomonedas opera de manera continua, lo que hizo que la reciente declaración del expresidente Donald Trump en un domingo fuera bastante acorde. Anunció su intención de recompensar a los millonarios que apoyaron su campaña presidencial, afirmando que la creación de una Reserva de Criptomonedas en EE.UU. elevaría esta industria crítica después de años de ataques por parte de la administración de Biden. En una publicación en Truth Social, la plataforma que él posee, su hijo Eric sugirió que este anuncio podía considerarse manipulación del mercado.
Durante su campaña, Trump había prometido a los seguidores de las criptomonedas una “reserva nacional estratégica de bitcoin”, pero la nueva publicación amplía el plan a incluir otras criptomonedas como Ethereum, Solana, Ripple (XRP) y Cardano. Sin embargo, la claridad sobre quién adquirirá y conservará estos tokens, o incluso si se necesitará comprarlos, sigue siendo incierta.
La propuesta de establecer una reserva de criptomonedas parece cuestionable, dado que el dólar estadounidense es la moneda de reserva a nivel mundial, utilizada para transacciones internacionales y considerada un activo seguro. La demanda de bonos del Tesoro estadounidense permite a EE.UU. pedir prestado dinero más fácilmente en comparación con otros países. Las sanciones impuestas por el gobierno de EE.UU. tienen un fuerte impacto debido a la influencia del dólar, lo que otorga poder blando al país.
El anuncio de una reserva de criptomonedas podría beneficiaría a los donantes de Trump en la industria cripto sin que el país pueda ejercer control sobre esos activos, que frecuentemente se asocian al crimen y cuya valoración es altamente inestable. Mientras que otras reservas, como petróleo o vacunas, tienen usos prácticos, las criptomonedas se asocian más a las especulaciones de los inversores.
Algunos economistas han argumentado que una reserva cripto podría extender la influencia del dólar. Sin embargo, esta visión es debatible, considerando que las reservas más significativas de Bitcoin están en manos de un ente anónimo, lo que podría desestabilizar su precio si el gobierno de EE.UU. decidiera interceder. La forma en que se utilizaría esta reserva sigue siendo confusa, y podría ser que su implementación perjudique al dólar, aumentando costos de importaciones y afectando el ahorro de los ciudadanos.
Incorporar criptomonedas adicionales a la propuesta resalta aún más el apoyo a activos que son controlados por capitalistas de riesgo, contradiciendo los ideales del bitcoin como una opción descentralizada. La influencia de estos inversores en la política también es notable, dado que han invertido sumas considerables en las elecciones, lo cual ha llevado a que se reduzcan ciertas regulaciones por parte de la Comisión de Bolsa y Valores.
La búsqueda de un rescate gubernamental por parte de la industria cripto indica una perspectiva sombría para su futuro. Las criptomonedas, inicialmente promovidas como solucionadoras de problemas monetarios, han fracasado en convertirse en una alternativa práctica para las transacciones cotidianas y, tras recientes escándalos, su popularidad entre el público ha disminuido considerablemente.
Una preocupación adicional es que la creación de una reserva de criptomonedas podría también beneficiar a criminales y regímenes totalitarios, ya que estos activos son muy utilizados en actividades ilegales. La manipulación del mercado para fines políticos podría resultar en que la propuesta nunca se materialice y que, al final, los únicos beneficiados sean algunos inversores y hackers, mientras que el impacto negativo caería sobre los contribuyentes estadounidenses.