Los creadores de Final Fantasy VII Rebirth disfrutan que se discuta su final.
Conversamos con el director de Final Fantasy VII Rebirth, Naoki Hamaguchi, y el productor Yoshinori Kitase, para examinar los orígenes del RPG y su final controversial.
Este año ha sido significativo para la saga Final Fantasy, como suele ocurrir en la mayoría de los años, dado que la serie de RPG siempre presenta novedades, ya sean nuevos lanzamientos o actualizaciones de Final Fantasy XIV. Sin embargo, lo que marcó una diferencia en 2023 fue el lanzamiento de Final Fantasy VII Rebirth. Estrenado en febrero, esta segunda parte de la ambiciosa trilogía de remake de Square Enix tomó algunos de los momentos más peculiares de Final Fantasy VII de 1997 y los adaptó de manera sobresaliente. La historia que ofrece es tanto absurda como profundamente conmovedora, abordando el tema de la pérdida, lo que resonó con los jugadores al conseguir una nominación a Juego del Año en los Game Awards. Aunque no se llevó el premio principal, que fue para Astro Bot, Rebirth fue reconocido por su destacada banda sonora y Square Enix anunció un puerto a PC durante la ceremonia.
Con un año tan agitado prácticamente en el retrovisor, los creadores de Rebirth, Naoki Hamaguchi y Yoshinori Kitase, reflexionaron sobre el éxito del proyecto en una reciente entrevista. Este momento de tranquilidad llegó tras un periodo ocupado de trabajo para finalmente evaluar cómo el equipo logró materializar la visión que habían concebido incluso antes de finalizar el remake de 2020. Aunque los fanáticos parecían disfrutar del juego, se questionó si realmente había cumplido con las expectativas de sus creadores, y la respuesta fue afirmativa.
Al mirar hacia atrás, Hamaguchi compartió que antes de finalizar el desarrollo de Remake, ya tenían una idea clara de la experiencia que deseaban ofrecer con Rebirth. La estructura del mundo y el nivel de libertad del jugador ya estaban definidos en ese momento, lo que demuestra que la visión del juego se mantuvo cercana a lo que inicialmente habían planeado. Además, el enfoque narrativo se mantuvo sin cambios fundamentales, centrándose en el viaje del equipo hasta el desenlace de Aerith, explorando en mayor profundidad las dinámicas entre los personajes. Hamaguchi mencionó que el tema de los lazos fue crucial para permitir que los jugadores se conectaran emocionalmente con la narrativa.
Un momento clave en la trama es la muerte de Aerith, que se produce de manera impactante en la mitad del Final Fantasy VII original. Este evento se convierte en un momento inolvidable, y el equipo de Rebirth era consciente de la importancia de ofrecer su propia interpretación de esta icónica escena. El objetivo era generar una complejidad emocional, haciendo que tanto el protagonista como los jugadores se enfrentaran a la noción de pérdida.
La combinación de momentos emocionales con toques de humor peculiar contribuyó a la singularidad de Rebirth. En lugar de omitir los elementos más extraños del original, como el parque de atracciones o el personaje de Cait Sith, el equipo se esforzó por mantener intacta la comedia original. La pasión que sentían por el clásico Final Fantasy VII fue fundamental para su desarrollo, lo que facilitó la creación de momentos adorables, como la forma en la que Red XIII interactúa con un Chocobo.
Aunque Rebirth ha dejado a los jugadores satisfechos en muchos aspectos, su conclusión ha generado opiniones divididas. Algunos la consideran una poderosa reflexión sobre el duelo, mientras que otros la ven como un intento excesivo de reescribir un final clásico. Hamaguchi acepta las diversas reacciones, señalando que la ambigüedad es intencional y busca crear intriga hacia la tercera entrega de la trilogía.
Final Fantasy VII Rebirth presenta una narrativa que aborda la pérdida, pero su equipo aún tiene la misión de completar la trilogía. Lo relevante es el interés suscitado en los jugadores por descubrir el desenlace de este viaje lleno de misterios. El videojuego ya se encuentra disponible en PS5 y llegará a PC el 23 de enero de 2025.