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Autodiagnóstico de salud mental: La realidad del comportamiento en línea de la Generación Z.

Esta generación es más astuta de lo que se le reconoce.

La Generación Z, que comprende a aquellos nacidos entre 1997 y 2012, ha encontrado formas de equilibrar la búsqueda de información sobre salud mental en línea con la consulta de expertos. Según un reciente estudio realizado por la Made of Millions Foundation, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la defensa de la salud mental, la mayoría de los jóvenes no se limita a autodiagnosticarse a través de Internet. De hecho, solo un pequeño porcentaje confía completamente en lo que encuentra en la red para interpretar sus síntomas.

El estudio, que incluyó a 970 participantes de entre 13 y 28 años, reveló que muchos de ellos consultan recursos en línea, incluidas redes sociales, mientras buscan atención profesional. De los encuestados que afirmaron tener un diagnóstico, solamente un 5% indicó que se había autodiagnosticado sin intención de seguir con un especialista. Un 8% planeaba contactar a un profesional de salud mental después de haber llegado a una conclusión por su cuenta. En contraste, casi tres cuartas partes de los encuestados que mencionaron un diagnóstico lo hicieron tras consultar a un clínico o a través de una combinación de apoyo profesional y búsqueda en línea.

Uma Chatterjee, neurocientífica y defensora de la salud mental, aboga por el uso de plataformas digitales para buscar información sobre síntomas y diagnósticos. Ella considera que este tipo de búsqueda puede ayudar a validarlos, especialmente cuando se trata de condiciones como el OCD, que a menudo son malinterpretadas. Chatterjee enfatiza la importancia de que los jóvenes sigan ciertas estrategias cuando se informan sobre su salud mental en línea. Al sentir que un diagnóstico puede encajar con su experiencia, sugiere consultar organizaciones médicas y sin fines de lucro de confianza que se enfoquen en el trastorno identificado, así como buscar profesionales de salud mental locales.

Chatterjee también aconseja que, tras haber realizado una autodiagnosis, los jóvenes deben seguir consultando con un clínico. Si la autodiagnosis es incorrecta, es probable que no reciban las herramientas adecuadas para su recuperación. Además, confiar únicamente en consejos de redes sociales, incluso de figuras que aparentan ser expertas, puede acarrear riesgos, como la exposición a información errónea y tratamientos ineficaces.

Theresa Nguyen, especialista en investigación de Mental Health America, comenta que los jóvenes están mejorando su alfabetización en salud mental a través de búsquedas en línea, que abarcan desde la lectura de síntomas hasta la participación en foros y el uso de test de evaluación de salud mental. Cada año, millones de personas en Estados Unidos utilizan estas evaluaciones, lo que les permite llevar los resultados a un médico o terapeuta para realizar un seguimiento.

Sin embargo, el uso de etiquetas de salud mental en redes sociales puede generar la percepción de que la Generación Z adopta estas condiciones como tendencias pasajeras. Chatterjee menciona que el acceso a conversaciones sobre salud mental en la red puede empoderar a los jóvenes, pero también puede conducir a la desinformación. Es esencial que quienes navegan por estos temas sean críticos con el contenido que consumen y que evalúen las credenciales de quienes siguen.

Un ejemplo de esto es Angel, de 23 años, diagnosticado con OCD. Después de recibir un diagnóstico incorrecto en su adolescencia, se dedico a investigar más sobre su condición en línea, encontrando en el proceso una comunidad de apoyo, aunque también enfrentó riesgos al verse inmerso en foros. Al darse cuenta de que passaba demasiado tiempo en redes dedicadas a su situación, decidió reducir su uso para mantener un equilibrio en su bienestar emocional.

Angel expresa que, si bien Internet puede ser una herramienta útil, su eficacia depende de cómo se utilice. Hasta ahora, ha aprendido a filtrar la información, procurando mantener su atención en contenidos que le brinden estrategias prácticas para manejar su trastorno.