Conoce a los hermanos que crearon la herramienta más popular de seguimiento del precio de congestión en Nueva York.
El rastreador comenzó como un proyecto de recopilación de datos entre hermanos.
La implementación del sistema de precios por congestión en la ciudad de Nueva York ha suscitado interrogantes sobre su efectividad. En este contexto, ha ganado atención una nueva herramienta web llamada Congestion Pricing Tracker, creada por dos hermanos universitarios. Esta plataforma utiliza datos de tráfico en tiempo real de Google Maps para calcular los tiempos de desplazamiento en diferentes rutas. Presenta la información a través de gráficos que muestran el tráfico antes y después de la introducción del peaje, que fue activado el 5 de enero.
Desde su entrada en vigor, la mayoría de los conductores que acceden a Manhattan por debajo de la calle 60 durante horas pico deben afrontar una tarifa de $9, o de $2.25 en noches y fines de semana. Los resultados sugieren que este esquema de peaje está logrando los resultados deseados al modificar el comportamiento de los automovilistas y generar ingresos para la mejora del transporte público.
Benjamin Moshes, uno de los hermanos, comenzó a trabajar en este proyecto relacionado con el tráfico luego de que su profesora le sugiriera investigar sobre la nueva sobretasa de congestión. Le interesaba particularmente cómo un aumento en el costo de conducir podría influir en la decisión de las personas de optar por vehículos privados, en un área densamente poblada y con buenas alternativas de transporte.
Inspirado por la teoría de la elasticidad del precio, cuestionó cuánto tendría que aumentarse el costo para que un número significativo de personas cambiara sus hábitos de transporte. Reclutó a su hermano Joshua, quien estaba a punto de comenzar su primer año en la universidad, para ayudar en el desarrollo del rastreador.
A pesar de un retraso inicial causado por la suspensión temporal del peaje por parte de la gobernadora Kathy Hochul, el sistema se implementó finalmente, y el costo fue ajustado de $15 a $9. Simultáneamente, se lanzó el rastreador, que rápidamente ganó popularidad entre los defensores del transporte, quienes estaban interesados en observar en tiempo real cómo cambiaba el tráfico tras la implementación del nuevo sistema.
Utilizando la API de Google Maps, los hermanos recopilan datos de tráfico de 19 rutas, actualizándolos cada 15 minutos, lo que proporciona 1,824 puntos de datos diarios. Aunque el enfoque inicial era medir la velocidad promedio dentro de la zona, optaron por los tiempos de recorrido como un indicador más relevante de la congestión.
Los resultados del rastreador han sorprendido a los hermanos, quienes han recibido reconocimiento en importantes medios y han observado un crecimiento en la interacción en redes sociales y donaciones hacia su proyecto. Su objetivo es mantener esta herramienta activa, a pesar de los costos de alojamiento web y recolección de datos, con la esperanza de mejorar su metodología y diseño.
Más allá de los resultados, el profesor Emily Oster, asesora de Benjamin, destacó el éxito del proyecto por su capacidad de proporcionar información inmediata sobre los patrones de tráfico. La herramienta no solo facilita la medición del efecto de la nueva tarifa, sino que potencialmente influye en futuras decisiones sobre la gestión del tráfico en la metrópoli.