JD Vance elude preguntas sobre el 6 de enero al cambiar de tema hacia la 'censura' de Facebook.
Walz expresó que el 6 de enero no tuvo relación con los anuncios de Facebook.
Durante un debate reciente, una pregunta sobre si el candidato a la vicepresidencia por el Partido Republicano, el senador JD Vance (R-OH), impugnaría los resultados de las elecciones de 2024 rápidamente se transformó en un enfrentamiento sobre la censura y el poder de las grandes empresas tecnológicas. La moderadora Norah O’Donnell cuestionó a Vance respecto a sus declaraciones sobre no haber certificado las elecciones presidenciales anteriores y su voluntad de pedir a los estados que presentaran electores alternativos, acciones que han sido consideradas inconstitucionales.
Vance desvió el enfoque, argumentando que la verdadera preocupación radica en el riesgo de que las grandes empresas tecnológicas silenciaran a los ciudadanos, en lugar de las amenazas a la democracia que mencionan los demócratas. Afirmó que Kamala Harris desea censurar a quienes difunden información errónea, lo cual representa, en su opinión, una amenaza mayor a la democracia que cualquier incidente reciente.
El senador comparó los actos del 6 de enero, cuando se produjo la insurrección en el Capitolio de EE. UU., con las preocupaciones de los demócratas sobre la supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2016, donde se alegó que agentes extranjeros compraron anuncios en Facebook que contribuyeron a la derrota de Hillary Clinton frente a Trump. Vance justificó su perspectiva y minimizó la relevancia de los anuncios de Facebook en el contexto de la insurrección.
El gobernador Tim Walz (D-MN) contraatacó a Vance, enfatizando que la insurrección del 6 de enero no tiene comparación con los anuncios en redes sociales. Además, intentó reconducir la conversación hacia el tema original y preguntó a Vance si consideraba que realmente había perdido las elecciones de 2020. A lo que Vance respondió que su enfoque estaba en el futuro y cuestionó si Harris había censurado a los americanos después de la situación provocada por la COVID-19.
A lo largo del debate, el intercambio se tornó intenso, con acusaciones de Vance sobre la intención de Harris de utilizar tanto el gobierno como las plataformas tecnológicas para silenciar voces discrepantes. Walz, por su parte, respondió con la conocida aunque controvertida afirmación de que “gritar fuego en un teatro lleno” es un criterio de la Corte Suprema para determinar el discurso no protegido. Vance, sin rechazar este argumento, defendió que cuestionar las políticas gubernamentales no debería ser objeto de censura.
En el transcurso de esta confrontación, la discusión se centró en valores fundamentales como la libertad de expresión, la influencia del poder tecnológico y la capacidad de los políticos para abordar temas sensibles sin evadir responsabilidades.