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Vi cómo un collar de inteligencia artificial hacía hablar a un perro, y fue increíble.

Todos solemos hablar con nuestras mascotas, pero ahora, si ellas usan este sorprendente collar impulsado por inteligencia artificial, podrán responder. Hemos visto su funcionamiento y realmente es tan impresionante como parece.

La conversación con nuestras mascotas es algo común, pero ¿y si ellas pudieran responder? Esta idea es el núcleo del Shazam Band de Personifi AI, un dispositivo portátil que traduce el estado de ánimo, movimientos y emociones de nuestras mascotas en palabras. A través de inteligencia artificial, se logra generar una verdadera interacción entre humanos y animales, lo que lo convierte en uno de los gadgets tecnológicos más inusuales en tiempo reciente. La experiencia es tal que, al haberlo visto en acción, resulta difícil de creer.

El Shazam Band está diseñado como un collar para mascotas, disponible en dos tamaños: uno para perros y otro para gatos. Este dispositivo cuenta con múltiples sensores como un giroscopio de 6 ejes, GPS, sensor de temperatura, altavoz y micrófono. Su batería tiene una duración de varias semanas con una sola carga y se incluye una batería adicional para tener siempre una lista para usar. El dispositivo aplica inteligencia artificial para interpretar los movimientos de la mascota y el tono de voz del dueño, creando respuestas verbales que reflejan las intenciones y personalidad de la mascota.

El desarrollo y entrenamiento del AI han sido realizados en colaboración con expertos en comportamiento animal, como Matt Beisner, conocido por el programa Dog: Impossible, y otros talentos en voz como Bobby Johnson. Además, Roscoe, el perro de John McHale, el CEO de Personifi AI, ha participado en el entrenamiento del sistema, asegurando que el AI pueda interpretar las interacciones de una manera auténtica. Durante una demostración, aunque Roscoe aparentaba estar un poco molesto por ser despertado, el equipo experimentó una interacción verbal real a través del dispositivo, exhibiendo su personalidad perezosa. Las respuestas emitidas por el dispositivo coincidieron con los sentimientos y necesidades del perro, mostrando que sí hay un grado de correspondencia entre lo que los dueños comunican y lo que las mascotas podrían querer expresar.

Aunque no se trata de mantener conversaciones profundas, el dispositivo podría ofrecer atisbos de la personalidad de la mascota, abriendo una nueva forma de comunicación. Aún así, existe un potencial más profundo: McHale compartió que la idea surgió tras una experiencia con Roscoe, quien no pudo comunicar un problema de salud crítico tras ser mordido por una serpiente. Si Roscoe hubiera podido expresar su malestar, las cosas podrían haber tomado un rumbo diferente.

Shazam no es un simple chatbot; su diseño está pensado para captar emociones reales y la personalidad de la mascota. Viene con 27 voces distintas, cada una con una personalidad única, lo que añade un nivel de personalización. La aplicación también permite monitorear actividades y cuenta con función de geocercas para garantizar la seguridad del animal. Además, el collar tiene la capacidad de alertar a la mascota cuando se aleja de un área establecida vocalmente.

Sin embargo, este tipo de tecnología tiene su costo: el Shazam Band está valorado en $495 para el tamaño pequeño y $595 para el grande, incluyendo un año de acceso a la aplicación y una opción de voz. Se podrá realizar el pedido anticipado a partir del 25 de octubre, con envíos programados para febrero de 2025.

A pesar del escepticismo que puede generar esta tecnología, Shazam podría revolucionar nuestra interacción con las mascotas, llevándola a un nuevo nivel. Aunque la novedad podría atravesar una fase pasajera, la posibilidad de vocalizar las emociones de los animales ofrece una ventanita a lo que podrían estar pensando o sintiendo, lo que podría ser tanto entretenido como de gran ayuda en situaciones críticas.