Elon Musk apunta a Microsoft en la demanda revisada contra OpenAI.
Aún encuentra tiempo en su apretada agenda para atender demandas.
Elon Musk ha modificado su demanda por fraude, incumplimiento de contrato y extorsión contra OpenAI para incluir reclamaciones antimonopolio contra Microsoft, acusando a ambas compañías de intentar “monopolizar el mercado de la inteligencia artificial generativa”. En la nueva demanda presentada el jueves, Microsoft aparece como un nuevo demandado, al igual que Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, y Dee Templeton, vicepresidente de Microsoft y exmiembro de la junta de OpenAI.
Desde 2019, Microsoft ha invertido 14 mil millones de dólares en OpenAI y posee derechos exclusivos para licenciar comercialmente la tecnología de la startup de IA, así como una participación del 49 por ciento en su filial con fines de lucro. Los abogados de Musk sostienen que el ex-CEO de OpenAI, Sam Altman, participó en prácticas de “auto-negociación desenfrenada” para crear una “fusión de facto” entre ambas empresas con el fin de promover prácticas anticompetitivas.
La demanda argumenta que OpenAI y Microsoft están “tratando activamente de eliminar competidores” a través del intercambio de “información sensible a la competencia” y la disuasión de sus inversores a que financien empresas rivales, como xAI, la compañía de IA de Musk. Actualmente, ambas compañías están compitiendo por financiamiento en el creciente mercado de la IA, con OpenAI asegurando 6.6 mil millones de dólares en octubre para desarrollar modelos de IA más potentes. Por su parte, xAI recaudó 6 mil millones de dólares en su ronda de financiamiento en marzo para acelerar el desarrollo de “tecnologías futuras”.
xAI también ha sido incluida en la demanda como un nuevo demandante, junto con Shivon Zilis, exmiembro de la junta de OpenAI, quien es ejecutiva en Neuralink, la empresa de Musk, y madre de tres de sus doce hijos. Se ha intentado obtener comentarios de OpenAI y Microsoft sobre las modificaciones realizadas a la demanda.
Musk cofundó OpenAI en 2015 junto con Altman y Greg Brockman, que también son demandados en esta acción legal, dejando la compañía en 2018. Anteriormente, Musk había presentado una demanda en marzo (que retiró en junio sin explicación) acusando a OpenAI de abandonar su acuerdo fundacional para desarrollar una IA que beneficie a la humanidad, alegando que su asociación con Microsoft había convertido a OpenAI en una “subsidiaria de facto de código cerrado” centrada en maximizar ganancias. En agosto, Musk reabrió la demanda contra OpenAI con acusaciones similares. OpenAI ha buscado repetidamente desestimar la denuncia, calificándola de “estrategia de relaciones públicas” y de “campaña cada vez más bulliciosa para hostigar a OpenAI en busca de ventaja competitiva”.
Desde la presentación de las demandas, se ha informado que a Musk se le ha prometido un papel consultivo en la administración del presidente electo Donald Trump, lo cual podría proporcionarle mayor capacidad para influir en políticas relacionadas con la inteligencia artificial.