¿La fascinación de ChatGPT por Studio Ghibli representa una bomba de tiempo en materia de derechos de autor? La opinión de abogados expertos.

Recientemente, la última versión del modelo generativo GPT-4o de OpenAI ha suscitado un intenso debate entre fanáticos y expertos legales. Este modelo ha demostrado una capacidad notable para replicar estilos visuales, especialmente el característico estilo de animación a mano de Studio Ghibli. Con la actualización, que incluye un entrenamiento más profundo sobre una "variedad de estilos de imagen", los usuarios han comenzado a crear imágenes que imitan la estética de obras como Spirited Away, lo que ha puesto en el centro de la conversación cuestiones legales y éticas respecto al uso de la obra de artistas vivos, como Hayao Miyazaki, fundador del estudio.

Las redes sociales se han inundado con estas recreaciones visuales generadas por inteligencia artificial que reflejan la famosa estética de Studio Ghibli. Mientras que el fan art ha sido común y generalmente aceptado, la nueva capacidad de GPT-4o para crear imágenes en cuestión de segundos provoca que algunos cuestionen si esto es una violación de derechos de autor y si es ético imitar a artistas que aún están activos.

Históricamente, las casas de animación han tolerado estas creaciones mientras no sean utilizadas con fines comerciales. Sin embargo, el avance de la tecnología permite a cualquier persona emular estos estilos sin el esfuerzo y dedicación que implica el trabajo manual de un animador veterano. Esto plantea una doble preocupación: por un lado, permite que quienes carecen de habilidades artísticas puedan expresar su creatividad, pero por otro, podría devaluar la originalidad y el valor del material de origen.

Además, el desarrollo de herramientas como ChatGPT plantea preguntas sobre la legalidad de las imágenes generadas. Aunque generalmente el estilo visual en sí no está protegido por derechos de autor, sí existe la posibilidad de que se infrinjan otros derechos de propiedad intelectual si alguna de las obras generadas se presenta como creación de Studio Ghibli.

Expertos en propiedad intelectual han comentado que, aunque no hay protección directa sobre estilos, la forma en que se utilicen las imágenes generadas puede estar sujeta a las leyes de marcas registradas y competencia desleal, especialmente si se confunden con los productos originales del estudio. Observaciones de académicos sobre este tema indican que los avances en inteligencia artificial están desafiando las normas y límites de las leyes de propiedad intelectual, sugiriendo la necesidad de reformas legales adecuadas para abordar estos nuevos escenarios.

A medida que las herramientas de generación de imágenes continúan evolucionando, la discusión sobre su uso y sus posibles implicaciones legales se intensificará, y la comunidad creativa deberá navegar entre la libertad de expresión y el respeto por el trabajo de los artistas.