
¿Quieres mantenerte joven? Peter Diamandis sugiere que hay que sobrevivir a la próxima década.
Peter Diamandis, un futurista con títulos de MIT y Harvard, ha dedicado gran parte de los últimos veinte años a promover la idea de un "futuro abundante".
Peter Diamandis, futurista con títulos de MIT y Harvard, ha dedicado gran parte de las últimas dos décadas a promover la visión de un "futuro abundante" impulsado por tecnologías exponenciales que podrían extender nuestras vidas. Como emprendedor en serie y fundador de organizaciones como la XPRIZE Foundation y Singularity University, ha forjado conexiones con algunas de las mentes empresariales más influyentes del mundo, incluyendo a Elon Musk. Sus seguidores aplauden sus pronósticos optimistas y sus argumentos respaldados por datos, que indican que la tecnología ha sacado a miles de millones de la pobreza y ha mejorado los estándares de vida globales. Sin embargo, sus detractores señalan que su visión techno-utópica ignora las crecientes desigualdades y desbalances sistémicos. En Estados Unidos, por ejemplo, el 50% más pobre de los hogares posee menos del 4% de la riqueza nacional, mientras que el 10% más rico controla más de dos tercios.
Independientemente de las opiniones sobre Diamandis, muchos lo consideran una figura fascinante y recientemente tuvimos la oportunidad de hablar con él sobre abundancia y longevidad, especialmente sobre sus opiniones sobre Byran Johnson, un exconocido que está intentando revertir el proceso de envejecimiento. Diamandis, que ahora tiene 63 años y afirma ser "biológicamente 39", compartió sus ideas sobre el tema.
En una de sus publicaciones recientes, mencionó que estamos muy cerca de alcanzar la "velocidad de escape de la longevidad", instando a las personas a cuidar su salud y evitar morir por "algo estúpido". Se siente parte de una revolución en cuanto a la salud y considera que es el resultado de tecnologías convergentes como la inteligencia artificial, los sensores y la medicina celular que ayudan a comprender por qué envejecemos y cómo podemos frenar o incluso revertir ese proceso.
La "velocidad de escape de la longevidad" es un concepto que sugiere que, en un futuro cercano, los avances en ciencia y medicina permitirán que cada año de vida se traduzca en un año adicional de vida prolongada. Diamandis expresa que espera que esto se alcance en la próxima década para aquellos que tengan recursos razonables y una buena salud.
Ante la preocupación sobre si la longevidad está reservada solo para los ricos, destaca que hay muchas acciones que las personas pueden tomar sin costo, como mejorar su dieta, asegurarse de dormir entre siete y ocho horas, y mantenerse físicamente activos. Afirma que ser optimista puede aumentar la expectativa de vida, y que este enfoque no debería ser exclusivo de los privilegiados. También reconoce que existe una segunda capa de opciones que involucra gastos, como medicamentos y pruebas avanzadas para detectar enfermedades en sus etapas iniciales.
Además, menciona que una de las áreas más prometedoras de la investigación en longevidad es la reprogramación epigenética, que busca modificar el epigenoma para regresar a una condición más juvenil. Aunque inicialmente estas tecnologías puedan estar disponibles principalmente para los ricos, confía que en pocos años se democratizarán.
Diamandis también ha sido pionero en iniciativas para incentivar la investigación en longevidad, como la creación del Healthspan XPRIZE, que cuenta con un fondo de premios significativo y que busca desafiara equipos a demostrar capacidades para revertir el envejecimiento funcional en personas mayores.
Cuando se le pregunta sobre la diferencia entre su enfoque y el de Byran Johnson en Blueprint, destaca que su metodología se basa en una competencia global y científica que investiga múltiples enfoques a gran escala, mientras que el trabajo de Johnson se centra en experimentación individualizada.
A medida que la conversación avanza, Diamandis revela más sobre su conexión con Musk, sus proyectos en el ámbito de la salud y cómo maneja lo que algunos podrían considerar conflictos de interés.